Mar, 24 Xul 2007, 10:57
Asunto:
Para
Eneko y Sonia:
â??non gogoa, han zangoaâ? (Proverbio vasco)
O lo que es lo mismo, â??donde van tus pensamientos, van tus pasosâ?
Y se cumplió, mis pasos corrieron por donde antes habían ido mis pensamientos, ya que hace más de dos años empecé a pensar en esta aventura, interés que se reafirmó cuando en septiembre del año pasado, en Manzaneda coincidí con
Euge, y mis pensamientos se volvieron irrefrenables y mis pasos los siguieron.
Después de un cambio de planes sobre la marcha, fui transportado a la zona, instalando el campo base en Medina de Pomar, donde
Euge y su familia me abrieron su casa y eso no fue lo importante, porque a priori es fácil, sino que me hicieron sentir muy a gusto (Gracias).
El sábado recogida de dorsal y chip, había presentación de la prueba y un coloquio donde participaron Ricardo Mejía (todo un campeón del mundo en Carreras de Montaña), Agejas (ganador del año pasado), el organizador y un corredor granadino que participaba por 13ª vez (todas las ediciones de la Galarleiz) y que puso la nota de color al decir, cuando le preguntaron que por qué corría, y mi dijo: â??¿y por qué no? Y que a pesar de estar su mujer delante, para mi correr es la actividad más importante de mi vidaâ?, el auditorio arrancó unos calurosos aplausos.
Después de cenar, más o menos pronto a la cama, ya que tocaba madrugar; la salida es en una aldea de Burgos, San Pelayo, a la falda de una parte de la Cordillera Cantábrica, los montes de Ordunte y después de ver salir a los andarines (Euge entre ellos), me empecé a preparar para â??disfrutarâ?.
A las 9 horas 30â?? empezó la fiesta, muchos corredores, más de 600, entre ellos bastantes con camisetas de Ourense. Esta vez a diferencia de Mapoma no tenía ticket para ningún autobús (como os eché de menos en esos momentos a
Marola, Jabelo, Makoki y Borrachina), así que voy por libre, acordándome mucho de
Morangui, que por algún imponderable no pudo ser de la salida, y después de un primer kilómetro en ligero descenso (que hice en 6â?? 10â?), empezó la subida, más de 6 kilómetros que nos llevaron a 1.335 mts. Sobre el nivel del mar.
Mi idea inicial era no obsesionarme con nada, ni con el tiempo (pensé incluso salir sin reloj), ni con otros corredores, ni con las cuestas, ni con las bajadas, sólo dejarme llevar por mis sensaciones y DISFRUTAR, pero no lo conseguí, ya que las bajadas me â??mataronâ?, porque llegó un momento que en el descenso del 2º monte (y eran 9) ya me dolían los muslos tanto, que prefería que el camino se empinara porque aunque costaban no me castigaban tanto, lo pasé muy mal en las bajadas, incluso en una de ellas me caí pero gracias a Dios no me hice daño.
Durante los primeros 20 kilómetros, los únicos que animaban fueron las vacas que por el monte se encontraban pastando en semilibertad, que con el movimiento de sus cencerros, me hicieron acordarme de lo mucho que nos animó
Lestrove en Padrón con su carraca, y aunque no tenía previsto mirar mucho el reloj, porque en el monte no merece la pena, deciros que pasé la media maratón en 2 horas 30â?? y que en esos momentos iba realmente mal y la cabecita me decía: â??Fema hoy toca sufrir de verdadâ?, porque empezaba a tener calambres y las piernas iban muy cascadas, pero tengo la buena costumbre de hidratarme quizás en exceso y en los avituallamientos sólidos me ponía las botas y en los líquidos bebía y me llevaba una botella que iba consumiendo hasta el siguiente, así que a pesar de la fatiga y del miedo, fui subiendo y BAJANDO montes, con unas vistas excepcionales, muy preocupado de las bajaditas que era lo que verdaderamente me estaban castigando, ya había empezado a adelantar a algún andarín y los ciclistas (que salieron hora y media después) ya nos empezaban a adelantar, lo que aumentó mi estrés, porque había que ir con cuidado para que no te atropellaran, a lo que unido al cansancio hizo que la cosa se complicara.
Una vez conseguí bajar el penúltimo monte (el de mayor desnivel sobre el plano), me alegré porque pensaba que sería la peor bajada, pero lo peor estaba por llegar, que fueron los últimos 7 kilómetros a meta (también de los más bonitos) con un descenso continuo (incluso 300 metros de pared), pero ya se oía la megafonía de la meta, lo que hizo que sacara fuerzas de flaqueza y creo que fue donde más corrí, aunque en la entrada en la campa, empecé a notar unos calambres que hicieron peligrar mi entrada corriendo en meta, en menos, por mi crono de 5 horas, cosa que viendo como me encontraba hacia mitad de carrera, era inimaginable.
Conclusiones:
1) Para una prueba de este tipo es preferible entrenar específicamente las bajadas, porque realmente es lo que marca la diferencia, las subidas no hay más remedio que hacerlas andando así que no castiga tanto.
2) Prueba superrecomendable, aunque dura, porque aparte de que son 42 kilómetros, hay que subir 9 montes, con sus consiguientes bajadas, pero empaparse de ese ambiente popular, te hace subir la bilirrubina hasta límites insospechados (yo por ejemplo en mi entrada en meta, me emocioné tanto o más que cuando llegué en Mapoma.
3) Estaba equivocado, realmente una maratón de montaña es mucho más dura que una de asfalto porque estás continuamente cambiando de ritmo y eso te acaba pasando factura, sobre todo sino lo has entrenado.
4) En cuanto a la afición, me esperaba mucho más, sobre todo, acordándome de las palabras de Charly en la Behovia, pero realmente los primeros 30 kilómetros no hubo nadie (era en medio del monte), pero donde podía acceder la gente, yo no sentí ninguna palabra de ánimo pero sería porque llevaban bastante tiempo allí y ya estaban cansados de animar)
5) Muy buena organización, porque realmente una prueba de estas se las trae, y ojala sigan porque al depender del esfuerzo de un grupo de amigos, la prueba realmente peligra. Pero era la 13ª edición y eso se nota. (de todas formas la organización de Manzaneda, no tiene nada que envidiar).
6) Habría que replantear lo de las bicis porque a mi como corredor no me aportaron nada, incluso me dieron más de un susto y se hace peligroso.
7) No disfruté verdaderamente porque empecé a ir cascado demasiado pronto, pero lo que está claro es que hay que prepararla que no es ir andar por el monte, y yo por una serie de avatares no la pude preparar pero era tal la ilusión por participar que a pesar de todo no podía dejar de ir.
Dar las gracias a todos los que se han preocupado estos días por mi aventura y sé que me han tenido en sus pensamientos y gracias a
Euge y a su familia por su cariñosa acogida.
A pesar de todo, como dice la canción: â??â?¦y también me dijo un arriero no hay que llegar primero pero hay que saber llegarâ? y eso es lo que yo hice, así que muy orgulloso y como dice uno de los lemas de la prueba: â??EN LA GALARLEIZ EL QUE LLEGA GANAâ?, así que yo gané.
De corazón, Fema
Nota: próxima estación, Monte Pousadoiro (Castropol), 5 de agosto de 2007. Merece mucho la pena.
HALA UNIÓN, siempre estarás en mi corazón. Unión sólo hubo una. corunacomarca.blogspot.com.es/