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El diario gatuno de Slump (2014-2021)
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Meigalicix

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Respostar citando Envío Lun, 25 Mai 2020, 14:16
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Entrei con intención de deixar, coma sempre, unha mensaxe de reforzo positivo, non porque a necesites Doutor, senón porque é o meu estilo.
Pero visto o borrador de declaración da renda atlética que che acaban de deixar , "sobran as palabras " (que cantaba Braulio en Eurovisión fai monte e medio de anos)
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 28 Mai 2020, 20:38
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 327.

Recuperar la normalidad ocupa mucho tiempo. La última semana de mayo veraniego se está yendo en levantarme temprano, dar de comer a los gatos, ir a trabajar por la mañana, marchar de ahí al río a mediodía, volver a la oficina por la tarde sin pasar por casa, salir directamente para la playa al acabar, bañarme, contemplar la puesta de sol, tomar una cerveza, regresar ya de noche, sofocar los reproches felinos, ducharme y cenar de madrugada.

¿Y correr? (Por no hablar de otras actividades).

¿Y cómo hacerlo para conciliar las opiniones de la pareja, el entrenador, el fisioterapeuta, el abogado penalista y ahora también el asesor fiscal? Tirado en la arena o la roca con un libro, soy sujeto pasivo. Y bien a gusto.

No obstante, hay que sacudir ocasionalmente el polvo que cubre el diario y el ajuar deportivo. Si los bichos que salen de las zapatillas tienen más pelos en las patas que yo, es que son tarántulas y es señal de que las he abandonado en exceso. Cuando las barbas de tus arañas vecinas veas cortar...

Conque fui. Sin carreras, sin motivaciones, sin retos, sin compañía, sin ganas, sin prisas, sin franjas, sin maratón de Boston. Hasta que me encontré con un tractor. El primer kilómetro fue de calentamiento, el segundo de persecución, el tercero era el del hachazo pero se escapó por un ramal e iba a parecer muy extraño que continuase a su (enorme) rueda. El cuarto fue el de recuperar el resuello y volver a labores más gratas: tras el invierno, preparar la furgoneta para una acampada-aparcamiento en Cangas de viernes a domingo. Que entiendo permitida.

Me ha pillado muy mayor el coronavirus para leer tanta letra pequeña.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mar, 02 Xuñ 2020, 18:22
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 329. (30 de mayo)

La vida siempre se abre camino.

(Parque Jurásico)


La vida normal siempre se abre camino, añado yo. Hablo de gestos espontáneos, de confianza, de saludos sin miedo. De titubeos y, de pronto, cariños. De comer, de beber, de tomar el sol, de bañarse, de sentarse en un banco, de pasear por la orilla o por la calle, de conversar. De llevar al perro, incluso. De querer ahogar a los niños que chillan con cada ola. (Benditos asesinables, no diré que os echaba de menos, pero). De reír juntos. De compartir. De ser.

No hablo de fiestas. Hablo de no tratar al prójimo de apestado.

Esta pesadilla es como cualquier otra. Los terrores nocturnos, que ayer tanto nos asustaban, hoy al aire libre y a la luz del día los encontramos absurdos y los olvidamos.

Y es lo correcto.

Mientras, ya es primavera en El Corte Inglés hace tiempo y ahora también temporada de caravana low cost en Carregal. Limpiado el colchón, recuperados los artilugios (lamparita, protectores para las ventanas, garrafa, nevera portátil, saco), elegida la zona con cafetería en que desayunar y lavar la cara, marché a Cangas de fin de semana y aparqué la Berlingo casi en primera línea costera. De lujo.

El sábado por la mañana Montse, Isaías y yo, clavelitos colorados igual que un tizón tras tumbarnos bajo un cielo engañosamente nublado, hicimos a pie el trayecto entre Rodeira y Liméns. Salgueirón, Cala Balea, A Cogorza, Praia do Medio, Areamilla, do Porto, Santamarta. Espectacular. Dejamos a Isaías acabando de tostarse y regresamos corriendo en sentido contrario. Siete kilómetros tan bonitos como duros que remojamos en el agua. Agua clara y limpia, agua salada, agua que tragas y escupes inevitablemente. Agua sin parcelar.

No se le pueden poner puertas al mar.





Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Última edición por DoctorSlump o Dom, 05 Xul 2020, 20:09; editado 1 vez
Papa-Léguas

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Sparkland
Respostar citando Envío Mér, 03 Xuñ 2020, 16:07
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

DoctorSlump escribió:
y aparqué la Berlingo casi en primera línea costera. De lujo.

Lujo hasta que vino aquella señora preguntando que a cuánto el kilo de "malacatones"...

Salu2 a los 3. Bailar

Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.
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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 03 Xuñ 2020, 16:21
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 331. (1 de junio)

Swim in the sea. Go on roadtrips. Count the stars. Find true love. BE FREE. Qué bonito. Lástima que la chica portadora de ese mensaje en la camiseta fuese con mascarilla por las calles semivacías de Tui. Claro que sí. Be water, my friend, but be bottled water.

Intento apoyar el comercio local pero siento impotencia y rabia (además de sofocos) cada vez que me obligan a embozarme en un espacio cerrado. Eso y el carácter agreste de los tenderos tudenses, para los que el cliente nunca tiene razón salvo que sea de apellidos antiguos. Así que de vuelta a Tomiño necesité salir a correr.

Las furias duraron poco, el tiempo de cargar el reloj, y nunca fui yo de ahogar (¿o es desahogar?) las frustraciones en pantalón corto. ¿Y ahora? Como tampoco era cosa de regresar a casa a los tres minutos, que podría parecer que buscaba sorprender a Montse (o a los gatos) en un renuncio, elegí la ruta que comienza subiendo y rodea Carregal y da, con una ligera ampliación, para cinco kilómetros. Suficientes para sudar en el bochorno de la tarde y cruzarme con un par de familias tradicionales (él, ella, ellitos) paseando.



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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 03 Xuñ 2020, 19:19
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 333.

Ahora que tengo las tardes libres debo disciplinarme para no gastarlas en siestas, televisión no solicitada, círculos viciosos de YouTube, vagabundeo mental. Hago mis cuentas, ordeno papeles, arreglo alguna gestión, intento torpes manualidades, archivo los libros desperdigados, limpio la casa -esto es lo que menos-, vigilo el kippel para que no se reproduzca y devore el no-kippel, leo, alimento a los gatos y a mí mismo, paso un tiempo en el porche por respirar oxígeno exterior, actualizo el diario, veo una película. Y de vez en cuando me calzo las zapatillas.

El primer miércoles de junio es el Día Mundial del Corredor. Una disculpa tan buena o tan pobre como otra para salir. Era la que necesitaba hoy.

Desde la puerta hasta el Lago da Pedra y de regreso, seis kilómetros por debajo de media hora.

Pienso en viajar...



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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Lun, 08 Xuñ 2020, 18:38
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 337. (7 de junio)

Pretendo hacer con la pandemia lo mismo que con las lesiones: ignorarla. Como mis achaques, siempre está presente, es tema de conversación, limita mis movimientos, obliga a ser prudente y cuidadoso en los gestos, no permite grandes alegrías. Duele. Sí, todo eso es cierto, pero no determina mi vida. Y no va a impedir que siga adelante con mis planes. O que lo intente al menos.

Furgoneta, apartamento, tienda de campaña, próximamente aviones. La temporada de escapadas ya ha comenzado. Desdeñando los encantos de Carregal nos aventuramos por otros pueblos dentro de la provincia, a la espera de ser una unidad de destino en lo territorial.

Pontevedra, Combarro, Raxó, Sanxenxo, Portonovo, O Grove, Cangas, Marín, Aguete... Un fin de semana en el Mirador A Caeira en Poio da para mucho. Playas solitarias para nosotros, cenas en plazas animadas. En el Náutico en San Vicente con unas cervezas, mirando al mar, soñé que estabas junto a mí.

El domingo entre la hora del desayuno y la de dejar el alojamiento bajamos hasta la capital y allí corrimos siete kilómetros por la Xunqueira de Alba, en perpendicular al Lérez y en paralelo al río Rons, eligiendo caminos al azar por las marismas, cruzándonos con ciclistas, paseantes y deportistas. Un tipo al verme extendió su brazo para marcar (muy innecesariamente) con la bolsa la distancia a la que me quería. El número reproductivo básico de la tontería es superior a uno.

A veces olvido que soy un privilegiado, la educación de élite que disfruté. Y es que yo ya sabía antes de la llegada del coronavirus que había que lavarse las manos al ir al baño o para comer, que no se debía toser en la cara de los demás, que escupir en la calle no era higiénico, que poner tu toalla en la arena encima de una ajena invadía la intimidad, que existían las papeleras, que estornudar sin cubrirse la boca era un asco tanto en espacios cerrados como abiertos, que ir por la acera no consistia en una competición por ocuparla entera. Mucha gente más desfavorecida ha tenido que aprender esto de pronto. No podemos pedirles también que procuren no tirar las mascarillas usadas al suelo.



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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 10 Xuñ 2020, 19:45
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 340.

El coronavirus sigue perdiendo fuerza. No lo digo yo, es oficial pues lo han pactado así: ahora sólo es capaz de saltar apenas un metro y medio, cuando ayer mismo volaba dos fácilmente agarrándose a las gotículas cual Tarzán con las lianas y permanecía agazapado con paciencia acelular días y días en las superficies. Antes Fu Manchú microscópico, pronto se parecerá a aquel bichito tan pequeño que si se caía de la mesa se mataba, y no sabrá ni ponerse las proteínas por sí mismo. Da igual. Los productores del miedo ya prometen rebrotes mayores y mejores para dentro de unos meses.

Hilitos de plastilina son los cartílagos de mis rodillas. Andan las pobres bastante abandonadas y quejosas. La última sesión de fisioterapia la consumí entera en tratar una inflamación dolorosa en el brazo derecho, el trapecio, la escápula. Tras una hora de manipulación y la ayuda de antiinflamatorios voy recuperando la funcionalidad del cuello y la paz cervical. Si puedes mantener la cabeza en su sitio y girarla a tu alrededor, si puedes forzar tus nervios y tendones a cumplir con sus objetivos mucho después de que estén agotados, tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella, y -lo que es más-: ¡serás un hombro, hijo mío!

Y aprovechando el miércoles soleado fui al Lago da Pedra, que ni es lago ni es de piedra. En esos caminos de polvo uno no espera encontrarse con ningún vehículo, y un conductor que circule no cuenta con que le salga al paso un corredor. Cruzarse en un punto sin visibilidad por Carregal es mala suerte, librarme de un atropello por un dedo es buena. Me remito a Airbag.

Entre la ida y la vuelta he hecho, susto incluido, cuatro mil veces la nueva distancia social en treinta minutos.



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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Sáb, 13 Xuñ 2020, 18:16
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 343.

La carretera, por Cormac McCarthy.

Al despertar por la mañana el día estaba frío y lluvioso. Abrió la puerta con desgana y los gatos acudieron medio a saludar y medio a reclamar comida. Los alimentó y se quedó mirándolos. Ojalá todo fuese tan fácil como lo es para ellos. Dormir y comer y dormir otra vez. Las gotas caían del tejado como el llanto de un dios inconsolable. Nubes blancas y pequeños claros que crecían. Promesas de un sol débil pero reconfortante. El perro del vecino ladró. Animal estúpido. Cuándo aprenderá a reconocerme. Era temprano para sacar el colchón. Quizás después. El hombre se sentó en la madera sin propósito definido y esperó a que ocurriera algo. Cualquier cosa que rompiese la rutina. Como un pulcro telefilm alemán en el que de pronto un personaje eructase. Los gatos se lamían las patas satisfechos.
.....Papá.
.....Qué.
.....¿Saldremos a correr hoy?
.....Puede.

Más tarde se calzaron. Las zapatillas acartonadas por los rigores de la intemperie. No querían tenerlas dentro de casa. Se vistieron y cogieron los relojes. ¿No te dejas nada? Repasaron las ropas en el mismo ritual de siempre. Como curas de una religión olvidada preparando la indumentaria litúrgica para un oficio sin fieles. Mientras tengamos suficientes pantalones Zico no habrá problemas. Que cuando vuelvan las carreras no nos sorprendan sin pantalones.
.....¿Llevo las comas?
.....Escribiremos sin comas.
.....Vale.

.....¿Todavía somos de los sanos?
.....Claro.
.....¿Y si fuéramos asintomáticos lo sabríamos?
.....Sí.
.....¿Cómo?
.....Lo sabríamos y ya.

Partieron por la senda habitual en dirección al río. Verjas y muros a los lados. Contenedores de basura de colores apagados. Viejos muebles y electrodomésticos esparcidos desordenadamente aguardando para ser retirados. Somieres en lugar de portales. El feísmo. Viviendas en venta desde tiempos inmemoriales deterioradas como esqueletos de antiguos navíos varados en la orilla de una isla desierta apartada de las rutas de los cruceros.
.....Papá.
.....Qué.
.....¿Son necesarias esas metáforas tan rebuscadas?
.....Son símiles, hijo.
.....Se te ha escapado una coma.

En los viñedos las parras primerizas plantadas en perfectas hileras como miles de pequeñas lápidas en un cementerio americano. No había nadie más a la vista. Sólo ellos. Como los únicos habitantes de un mundo todavía por descubrir pero ya desgastado y triste. El cadáver de una lagartija pisoteado y casi cubierto por completo por el polvo. Las piedras lastimándoles los pies y obligándoles a ser cuidadosos. El hombre recordó el cruce. Aquí casi me atropellaron. No morí ese día pero moriré cualquier otro. Todos moriremos. El niño interrumpió sus reflexiones.
.....Papá.
.....Qué.
.....¿Qué son esos frutos?
.....Son kiwis. Vienen de Nueva Zelanda.
.....¿Dónde está Nueva Zelanda?
.....En la otra punta del mundo. La gente anda cabeza abajo.
.....Vale.

Llegaron al merendero tras atravesar el puente de madera. Era un remanso de paz en la vorágine eterna del universo. Las mesas estaban vacías como la fiesta de un pobre desgraciado a la que ningún invitado hubiera querido acudir. Vio que el chico le observaba. Por ahí ahora. Otros tres o cuatro kilómetros y ya.
.....¿Nos quedan verbos?
.....No muchos.
.....¿Y podremos acabar la novela sin ellos?
.....Sí.
.....Vale.

Paisaje sombrío entre los árboles. El rumor del agua continuo de fondo como las palabras ininteligibles de un vagabundo sin interlocutor ni cordura. Los recodos del camino a ratos a la izquierda y a ratos a la derecha. El canto de los pájaros en los oídos. El olor de la tierra aún mojada. Y de repente la carretera delante. El hogar al final. Un último esfuerzo. Sudor. Jadeos. ¿Y todo esto para qué?

.....Papá.
.....Qué.
.....Ha estado bien.
.....Sí.
.....¿Somos personas alegres?
.....Chispeantes.
.....Vale.

Una vez hubo abrazos y saludos y besos. Había misterios en las relaciones. Acercarse era arriesgar. Era vivir. El garabato de un niño era tu cuerpo de mujer, rectas curvas, curvas rectas imposibles de aprender. Y la normalidad era vieja como los huesos de la Tierra.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Última edición por DoctorSlump o Ven, 01 Xan 2021, 20:18; editado 2 veces
freakyrunning

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Respostar citando Envío Sáb, 13 Xuñ 2020, 20:22
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Mucho Doctor. El niño ese es tan insufrible en el libro, como en la peli, o como en tu diario.
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Lun, 15 Xuñ 2020, 19:35
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 345.

Hoy probé un duatlón de pacotilla (distancia no oficial), de modo que la ruta que va de casa al Lago da Pedra y regresa por la carretera general la hice dos veces, una en bicicleta y otra corriendo. Pedaleando, además de ir más cómodo, no les das tiempo a los perros a detectarte. A pie, el coro de ladridos era el muro de sonido de Phil Spector.

Completada la primera vuelta y aparcada la behache, cambié el casco por la cinta del pelo, el casio por el garmin y, sobre todo, los cuádriceps por los isquiotibiales, que no era cosa de caerme de narices delante del vecino, y de nuevo me lancé (es un decir; me arrastré sería otro) por los caminos entre los viñedos y junto al río.

Un grupo de chicas con aspecto de alumnas del Colegio Las Acacias de excursión, unas familias de paseo, un rebaño de ovejas con su pastor, unos cuantos coches, dos ciclistas por mi mismo arcén, los erizos aplastados en la cuneta: no me podré quejar de las diversiones de Carregal.

Y en el esfuerzo final para terminar los siete kilómetros por debajo de treinta y cuatro minutos solté un alarido de los que sirven para convalidarnos las hazañas, un ahí queda eso de autoconsumo, una palmadita en la propia espalda. Pero al levantar la cabeza estaba mirándome un paisano de una forma tal que arruinó el trabajo psicológico por completo y me fui avergonzado.



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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 18 Xuñ 2020, 20:05
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 348.

Vivo en un pueblo que se niega a evolucionar.

Muy de vez en cuando me cruzo con algún que otro corredor por Tomiño. Podría, pensaréis, intentar pararlo, hablar con él, con ellos, y formar un grupo de entrenamientos. No. Sería una reunión totalmente inaceptable por no satisfacer los necesarios requisitos de diversidad, representación, visibilidad, integración, inclusión y paridad. Así que ante la imposibilidad de cubrir las cuotas mínimas de mujeres, negros (gente de ese color), indios de los dos tipos, gays, musulmanes, gitanas transexuales que cocinan, chicos en silla de ruedas, jóvenes con síndrome de Down, magrebíes, madres solteras, lesbianas militantes, personas con cuerpos no normativos, crudiveganos, celíacos o animalistas con las que dar una imagen fiel del mundo (¿a quién vais a creer, a la realidad o a un millennial revisionista?) salgo solo con mi culpa histórica.

Fui a rodar diez kilómetros y en el último, por acelerar para bajar de cuarenta y ocho minutos, me lesioné el piramidal y terminé andando y cojeando. En el camino, abundando en lo dicho, me encontré únicamente con un varón caucasiano practicando este deporte. Y ni siquiera di con una estatua que derribar. No hago más que perpetuar el statu quo.

Nos vamos al norte de fin de semana.

Recién comprado el Blu-ray, la película con gatos de hoy es Lo que el viento se llevó. Por supuesto.



Nota: Este mensaje puede contener trazas de delitos de odio. Consulte a su Ministerio.

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Papa-Léguas

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Sparkland
Respostar citando Envío Ven, 19 Xuñ 2020, 21:53
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Bueno, según Hollywood, y si no que se lo pregunten a Antonio Banderas, los españoles entramos en la categoría de "personas de color", pero yo no les haría mucho cáucaso.

Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.
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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Sáb, 27 Xuñ 2020, 10:17
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 354. (24 de junio)

¿Puedes sentarte en una silla a la que le falta una pata? No es lo recomendable pero puedes. Con cuidado y guardando el equilibrio y sabiendo que antes o después se romperá del todo y caerás al suelo. Así voy yo con las rodillas. A la derecha se le ha desgastado por completo la junta de la trócola y ya no enganchan las piezas del mecanismo de transmisión. Tengo la rosca sin fin, la tuerca mellada, el tornillo barrido y no hay repuestos ni recambios.

Le di unos días de descanso, que en este caso no curan nada y hacen la misma función placebo que golpear el lateral de los televisores antiguos o quitar y volver a poner las pilas del mando. Días que aprovechamos para subir con la Berlingo a las tierras donde se rodó Néboa. O Barqueiro, O Vicedo, O Fuciño do Porco, Porto de Bares, Loiba, Ortigueira... Al dejar el faro a mi espalda era en esos momentos la persona más al norte de la Península Ibérica. Preciosa la Invernalia gallega. Y de camino a Tomiño nos detuvimos a esparcir abrazavirus en A Coruña.

Con el tiempo apenas para sacudir el colchón, cambiar los hielos de la nevera y alimentar a Penaldo y Redford, arranqué de nuevo el martes hacia Aguete, zona que descubrí el año pasado preparando el maratón de Chicago. Sí, una carrera. ¿Las recordáis todavía? El aparcamiento de entonces es ahora una finca llena de maleza pero cualquier sitio sirve para dormir en la furgoneta, tan discreta ella. Y el miércoles, festivo de San Juan, corrimos por la costa.

Praia dos Namorados, Mogor, Portocelo, arenales blanquísimos, incluso blanquérrimos si existiese tal palabra, y la vuelta en Marín. Diez kilómetros suaves y precavidos. Los piramidales acechan como gatos tras la puerta. Metí primero las piernas en el agua fría y les siguió el resto del cuerpo, y nos premiamos el esfuerzo con una comida en el chiringuito de Poty sobre el mar.



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Amina

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La ciudad de las piruletas y nubes de colores
Respostar citando Envío Sáb, 27 Xuñ 2020, 13:05
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

DoctorSlump escribió:
Y de camino a Tomiño nos detuvimos a esparcir abrazavirus en A Coruña.

Mucho mejor que los virtuales Sorriso







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