Dom, 25 Ago 2019, 19:39
Asunto: Re: Diario de Pollastre
“El bicho raro”
Escribir un diario en esta página sin casi participar en carreras (con sus crónicas correspondientes) puede considerarse extraño. Un bicho raro de diario.
La cuestión es que uno sale con el perro por el monte y se encuentra un trail o una carrera de orientación (luego el perro, que cuando se lo propone puede ser bastante impertinente, le ladra al organizador y ya tenemos el lío montado), o sale a correr por uno de sus recorridos habituales y se encuentra una carrera, o va un domingo de turismo con las fuerzas vivas y de casualidad se encuentra otra. Así estamos. Unas veces un bicho raro por correr y otras por no correr.
- Jueves 8. Salir a correr por el barrio un día desapacible, con lluvia y viento, es de bicho raro. Nadie se atrevió a hacer lo mismo a la misma hora. Menos mal que aún estábamos en la semana de Roque (siguiendo la entrada anterior) y sólo tocaba desfogarse un poco. 5,1 kilómetros por el circuito tradicional sube-baja a 5’03 de media.
- Domingo 11. Bicho raro una vez más, pero esta vez por una cuestión de sexo (o género, como mal se dice ahora). A los hombres se les pegan las sábanas, porque a una hora temprana me crucé mayoritariamente con mujeres, de todos los ritmos. Terminamos la semana de Roque con el clásico de 12 kilómetros de tierra, algo más lento que otras veces, a 4´59 de media.
- Martes 13. Salvo que seas un crack o tengas un objetivo muy ambicioso, esto de hacer series es de bicho raro, realmente. Probablemente en mi caso no vaya a ninguna parte haciendo esto, pero siempre es un incentivo extra demostrarse que uno todavía es capaz de correr miles a ritmo decente. Mientras se pueda. 2 kilómetros de calentamiento, 4 series de 1.000 con 2' de descanso entre ellas, a 4'06, 3'58, 3'49 y 3'41, y un último kilómetro de vuelta a la calma.
- Jueves 15. Otro día de fondo largo. Una parte del recorrido coincidía con la carrera de Cambre, que se celebraba un rato más tarde. La sensación de bicho raro se acrecienta cada día. 500-600 corredores en una dirección y 1 en contra. Bien es cierto que en la parte final del trayecto se arregló un poco esta desproporción al coincidir con algunas corredoras, todas féminas (otra vez). Me asomo al punto en el que empezaba la subida del último kilómetro de esta carrera, para comprobar que el monte ya estaba desbrozado para que nadie se despeñase en la escalada. Un servidor, sin la motivación suficiente para semejante padecimiento, ya conocido de otros años, sigue por el llano, en plan bicho raro, hasta completar 12 kilómetros a 4’45 de media, con una segunda mitad a 4’35, que ya empieza a resultar interesante para mi refinado gusto.
- Sábado 17. Nada más salir pude notar que los biorritmos corporales no estaban para florituras, y como no hay motivo para imponerse obligaciones, sobre la marcha recortamos un poco lo que estaba previsto, para dejarlo únicamente en los 5,1 kilómetros del circuito corto tradicional sube-baja, a 4’51 de media.
- Martes 20. Subir corriendo a ritmo rápido la cuesta de la calle ya es de bicho raro de primera división, aparte de poco discreto. Saludos protocolarios a varios vecinos y a sus perros correspondientes, que ya conocen el percal y están curados de espanto. Una jornada de series de cuestas, 7 kilómetros en total, los 4 primeros a ritmo tranquilo y en los 3 siguientes se intercalaron 7 tramos o series de cuesta al 9-10% a buen ritmo y el resto al trote.
- Miércoles 21. Una hora de pedaleo en patín playero. No sé si apuntarlo como jornada deportiva, pero vale perfectamente como ejercicio de refuerzo.
- Jueves 22. Esta semana me he autoimpuesto 2 sesiones de cuestas, como penitencia por no correr en Cambre. Esta segunda fue a ritmo regular, 6,4 kilómetros por el circuito de cuestas, ya de noche pero con una temperatura tremenda, a 4’47 de media. Muy buenas sensaciones, subiendo cuestas cual grácil gacela, lo cual puede deberse a que pillé el día bueno o a que el entreno va surtiendo efecto. Ya verán, ya, prepárense cuando baje al llano.
- Domingo 25. Hoy tocaba coincidir con una carrera de BTT. Esto es un no parar. Repetimos el circuito tradicional del día largo, 12 kilómetros por tierra a 4'51 de media, con una segunda mitad a 4'39.
Queda pues este diario como ejemplo de bicho raro, un amplio conjunto de rarezas, por exceso o por defecto, en medio de esta vorágine de carreras y kilómetros. Con todo, estas 2 últimas semanas han sido relativamente intensas, dentro de la política general de hacer pocos kilómetros, en las que pude completar sin problemas las 3 sesiones que más o menos estaban previstas: fondo largo, fuerza y resistencia.
Toca ahora una semana semivacacional, algo más reposada. Por unos días dejaremos de ser un bicho raro y haremos las cosas que hacen las personas.
Dicho queda.