Ven, 09 Nov 2018, 17:40
Asunto: Re: Diario de Pollastre
Gracias
Mateotn,
Maseda,
Lihto,
Freaky,
Beuck,
Meiga y
101. Todas las aportaciones son tenidas en cuenta y se agradecen.
Freaky, mi tendencia no es competir. Como quizás hayas leído, lo que se dice competir o salir más o menos a tope, sólo lo hago un par de veces al año. Participo en muy pocas carreras, pero a las que voy intento dar algo más que un día normal, porque para ir despacio ya tengo días de sobra. Como dice José Mota, “ir pa ná es tontería”. Lo cual no significa que me pueda tomar alguna de pachanga, como el año pasado que fui en este plan a conocer la Pedestre. Además nunca paso de 10-11 día de carrera ni 90 kilómetros al mes, ni abuso de series, por ejemplo. Pero bueno, hay que ser consciente de hasta qué punto se puede forzar, evidentemente.
Probablemente el error este año haya sido no tomarme un mes más relajado como hice otros años en junio-julio, exactamente cuando empecé a notar cosas raras, con trotes más cortos como los que hago ahora, y así la recuperación hubiera sido más rápida. Pero al no haberlo hecho, ahora la recuperación será más lenta. No pasa nada. Esta época del año de lluvia, frío y temporales no me gusta especialmente.
Sí
Meiga, sí. El cachorro número 1 es bastante deportista y aún quiere hacer cosas con su padre, hay que aprovechar, pero seguro que preferiría ir a comerse una hamburguesa o al cine. Si tiene que esforzarse ya hay que llevarlo arrastras.
Vamos a aprovechar para hace una pequeña crónica, antes de que llegue
La Crónica:
“La combinatoria de los semáforos”
Ya comenté alguna vez que “el semáforo de las rodillas” se instauró hace ya unos años, para valorar el comportamiento de las rodillas tras un día de ejercicio, desde el verde (no han molestado nada), pasando por el amarillo (han molestado algo) hasta llegar al naranja (han molestado bastante).
Desde hace 2 meses existe también “el semáforo de los aductores”, con la misma composición colorística. Como además este semáforo es doble, porque valora el propio momento de la carrera y las horas posteriores, me encuentro con una amplia gama de combinaciones. Aplicando el cálculo del número de permutaciones de 3 elementos con repetición me salen 27 combinaciones posibles de colores.
Podía ser peor, porque antes existía también “el semáforo de los gemelos”, pero lo di por clausurado porque la zona dejó de ser un problema (salvo días muy puntuales) y siempre la pintaba de verde.
Últimamente las rodillas se comportan bastante bien, debe ser para no echar más leña al fuego, y es por ello que la combinación que más se repite estos días es verde-amarillo-amarillo. Incluso ha habido algún día de verde-verde-amarillo. Evidentemente lo ideal sería verde-verde-verde y así seguido. Esto de momento no se da, pero algo hemos evolucionado, porque hace un mes estábamos con el verde-naranja-naranja.
Realmente esto es un cristo de colores, porque luego hay otros que valoran la actividad, según la carrera sea más corta o más larga, más rápida o más lenta, lo cual multiplica las permutaciones posibles hasta el infinito.
Y ahora sólo hace falta que alguien haya entendido algo de todo esto, pero la hoja de registro me queda muy colorida, hay que reconocerlo.
Estos días continuamos con las distancias cortas. Mientras no haya mejora evidente no se alargarán. El sábado un mini trote en un hueco breve que hubo, calificado como verde-amarillo-amarillo. Y ayer martes más carrera, aprovechando una tregua de la lluvia, ya con ganas de moverse después de 5 días en los que sólo hubo gimnasio y refuerzo. 6,7 kilómetros, 4’50 de media y verde-amarillo-naranja.