Situada en el valle de Lima, cuna del vino verde y con vistas al río que le dio el nombre, la ciudad de Ponte de Lima está rodeada de sierras y valles que forman un caprichoso vergel de viñedos y jardines, que la distinguen como la villa más florida del país. Su historia, marcada por su pasado medieval se manifiesta en el trazado urbano de la ciudad, con un rico patrimonio arquitectónico.

Los orígenes de Ponte de Lima se pierden en el tiempo. Habitada por los «Limicos» en 150 aC, varios restos arqueológicos dan testimonio de la existencia de los «castros». En tiempos de Augusto fue la principal vía romana que unía Braga con Astorga, y fue un general romano, Décimo Junio Bruto, el encargado de destruir la leyenda que hasta entonces sirvió para evitar las invasiones de la ciudad, que decía que si se cruzaba el puente que había sobre la misma, se perdía la memoria, por lo que nadie se atrevía a hacerlo. El general, cruzó el puente, el primero para demostrar que no había peligro y fue llamando, desde el otro lado del río, uno a uno a cada miembro de su ejército por su nombre y rango, asegurando de esta forma que conservaba su memoria intacta.
Su distinción como la villa más antigua del país se remonta al año 1125, cuando Doña Teresa de Bragança, madre del primer rey de Portugal, la otorga el titulo foral, dotándola de una estructura económica basada en el carácter y el mercado comercial, la Feria Quincenal, que se sigue celebrando dos lunes al mes.

Datos obtenidos de www.trivago.es

En primer lugar nos adentraremos en la pante antigua de la ciudad. Allí podremos admirar algunos de las maravillas que a continuación se mencionan.

"El patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad es muy amplio. El primer monumento que encontramos antes de atravesar el puente es la Iglesia de Santo Antonio de la Torre Vieja, del siglo XIX, a continuación la Capilla del Angel de la Guarda, una construcción con raíces románicas y góticas, junto al Puente sobre el Rio Lima, puente medieval con 17 arcos y más de 300 metros de longitud, que finaliza en el Largo de Camoes, plaza principal de la ciudad que acoge el Chafariz, donde comienza el centro histórico, con la Torre de Sao Paulo, del siglo XIV la Torre da Cadeia Velha, que sirvió de cárcel hasta el siglo XX el Arco da Porta Nova, que da acceso a la vieja Rua da Juderia. En la Avenida de los Plátanos se sitúa la capilla barroca de Nuestra Señora de la Peña de Francia y un notable conjunto formado por las iglesias de San Antonio dos Frades y de la Ordem Terceira de San Francisco, que albergan el Museo de los Terceiros, donde se puede visitar una exposición de arte sacro.

En el centro de la ciudad se encuentra la Iglesia Parroquial, de visita obligatoria, el Paço del Marques, el Núcleo Arqueológico y los jardines que le rodean y los balcones manuelinos del edificio. En la Plaza de la República destacan los monumentos de la reina Teresa y del poeta Antonio Feijoo, el Ayuntamiento y la Picota."

A continuación nos dispondremos a visitar:

"Ponte de Lima se enorgullece de ser la capital portuguesa de los jardines, desde el año 2005 se organiza el Festival Internacional de Jardines, una iniciativa que conjuga las políticas medioambientales y paisajísticas. En la ciudad y sus alrededores existe un notable conjunto de jardines como el Parque temático de Arnado, con varios jardines que recrean la evolución de los mismos a lo largo de la historia.

A 4 kilómetros de la ciudad se encuentra el Paisaje Protegido de la Laguna de Bertiandos y San Pedro de Arcos. Se trata de un lugar único en Portugal, con varias lagunas creadas por el estuario del río, que va rodeando las orillas de aguas. Es una superficie de gran tamaño, existe una gran diversidad de la biofauna local, animales como ranas y sapos, etc. Para que los visitantes puedan observar el panorama sin perturbar la paz de los animales hay unas pasarelas en madera que cruzan las innumerables lagunas que existen, por entre juncos y orillas llenas de matorral."