Xov, 05 Mar 2020, 0:18
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 239. (1 de marzo)
Uno de marzo de dos mil veinte. Había llegado el día tanto tiempo esperado.
Madrugamos y amanecí con esa mezcla imposible de sueño y excitación que sólo siento en las grandes carreras. La víspera había preparado concienzudamente la equipación. Desayuné ligero, un kōhī con kurowassan, por no probar nada nuevo, y nos dirigimos por el tráfico siempre denso de la capital, siguiendo el rastro de corredores hasta la salida en el Teis Metropolitan Government Building.
Allí nos encontramos con Beauvais, embarcado en la misma aventura, y nos deseamos suerte. A mi alrededor veía atletas venidos de todas partes, desconocidos de más de ciento treinta viviendas distintas, incluso alguno de Ourense, unidos por una ilusión y hermanados por encima de las fronteras y los idiomas.
El señor Abel-san, alcalde de la prefectura, nos saludó y agradeció nuestra presencia, y recibimos sus palabras con estupor y temblores como es preceptivo. ¡Que nunca le fallen los palillos!, le gritamos. Y por fin arrancamos.
Sanjurjo Badía, Iidabashi, Guixar, Kanda, Travesía Espiñeiro, Nihombashi, Doutor Corbal, Asakusa, Camiño Laranxo, Kaminarimon, Praia do Mende, Ryogoku, Baixada ós Ríos, Monzen-nakacho, Avenida de Galicia, Ginza, Enrique Lorenzo, y la meta en el Mercado de Gyoko-dori Ave. Nombres exóticos y maravillosos.
Y entre el público, repentinamente, ¡una geisha! Vestida de rojo y negro, elegante, con sonrisa sabia, dominadora de las artes y la conversación, la flor y el sauce, el gimnasio y la pecera, Alicia-chan.
Y en el medio subimos y bajamos cinco o seis veces el Monte Fuji. Qué dureza. El Garmin dice que hice diez kilómetros (sin duda se habrá perdido con los rascacielos de la ciudad) pero el corazón preinfartado me confirma que fue un maratón completo.
Supongo que me enviarán la medalla a casa.
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones