Xov, 21 Dec 2006, 23:09
Asunto:
Aprovechando la Navidad en la que, además de turrón, polvorones, champan, sidra,... es costumbre comer nueces, os dejo aquí un artículo que acabo de encontrar y me ha parecido muy interesante:
Pese a que el consumo de tan solo 150 gramos de frutos
secos por semana ha demostrado reducir el riesgo
cardiovascular entre un 30% y un 50%, la mayoría de los
estudios no han distinguido los efectos de los tipos
específicos de frutos secos. Las nueces son únicas, al
constituir una fuete de ácidos grasos polinsaturados n-3 y
n-6, según las conclusiones de un estudio llevado a cabo
por especialistas de la Universidad de California (EE.UU.).
Los autores del presente estudio, publicado en el American
Journal of Clinical Nutrition, demuestran que agregar
nueces a la dieta diaria posee un efecto dual de rebajar
tanto el total del colesterol como el colesterol de
lipoproteínas de baja densidad o colesterol malo.
En el estudio participaron cinco hombres y 13 mujeres de
una media de edad de 60 años que tenían altos niveles de
colesterol en la sangre. Durante un periodo de cinco meses
y medio, consumieron cuatro tipos de dietas en una
secuencia: su dieta habitual, su dieta habitual y nueces,
una dieta baja en grasa y una dieta baja en grasa y nueces.
Las nueces se proporcionaron a 48 gramos por cada 1.850
calorías por día.
Se observó que, en contraste con la dieta habitual y la
dieta baja en grasas, las nueces reducían notablemente el
total de colesterol y las concentraciones del colesterol de
baja densidad en la sangre. Comparada con las dietas sin
nueces, la proporción de las pequeñas partículas de
colesterol de baja densidad, disminuyeron un 27% con las
dietas habituales más nueces y las dietas bajas en grasas y
un 7% con las dietas bajas en grasas más nueces.
Ninguna de las personas que participaron en el estudio
ganaron peso durante estas dietas, aún cuando aumentó su
ingesta de energía (calorías). Los autores concluyen que el
efecto metabólico de las nueces es favorable y que éstas
afectan al metabolismo de lípidos de forma distinta a la de
otros alimentos de ácidos grasos n-3 y n-6, tales como el
aceite de pescado y los derivados de la soja.
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No siempre lo urgente es lo importante