Sáb, 14 Xul 2018, 15:26
Asunto: Re: Diario de Freaky (Triatleta insolvente)
Cuando era chaval, un día fuimos al Seixo Blanco en las bicis (una Torrot tenía yo), xa choveu. Al llegar la zona de las ametralladoras vimos una cosa que nos extrañó. No hay nada a día de hoy, imagínense en los 80. El camino de acceso no era verde subvencionado, simplemente era una instalación militar abandonada, como después lo fue el Polvorín de la Torre o el Monte de San Pedro. Para éstos últimos había que echarle si te metías por allí, el Seixo no, el Seixo era y es campo. Al llegar arriba en medio de una zona de acantilados, completamente verde, desierta de construcciones y al lado del mar, había un Ford Escort del paquete. Nos acercamos y vimos que ni siquiera las ruedas estaban sucias. Parecía imposible, era como una aparición. Anduvimos dando vueltas por los agujeros del Seixo, sin perder de vista el carro inmaculado. En aquel momento estamos hablando de un equivalente a un A3 deportivo o algo así. Cuando ya nos íbamos vimos aparecer un helicóptero que dedujimos, era para sacarle fotos para un anuncio. Desde aquel día no me había pasado nada parecido hasta hoy en Oblivion.
Yo ya voy muy viejo y no me interesa mucho el mundo del motor, pero puedo asegurar que el Mercedes que había hoy en el cruce de Boedo valía más que mi piso. El carro en medio de la pista de baloncesto, nuevo, pulcro, virgen, 100000 chufos mínimo, ventanas abiertas, moscas entrando, mucho calor, metalizado mate... Hice lo propio, lo de siempre, paré crono, di dos vueltas a la glorieta y después, dos vueltas al carro de los dioses mientras echaba el grolo reglamentario, claro está, mirándolo que no admirándolo. Cuando estaba en éstas empece a intuir un escáner visual recorriendo mi cuerpo, unos ojos en la sombra, un perro que ladraba en la distancia. Todo se empezó a poner oscuro, chunga la cosa, oscura como la Pantoja. Antes de que aparecieran los murcielagos de Sauron subiendo el Val de Loureda salí echando mistos cuesta abajo.
No encontré a personas ni animales. Sólo yo y mi montura.
49 km épicos a 2:31.