Mar, 25 Feb 2020, 17:19
Asunto: Re: Diario de Freaky (Triatleta Insolvente)
Carrera: 12,5 km a 4:49. Ruta con viento del mar, Casa Mar-Dique-San Amaro-Casa Mar, algo ampliada para cerrar en 12,5, tratando de ir sueltito. La primera parte un pelín agarrotado en la carrera, después más acoplado, cierta tensión en los gemelos, sensaciones residuales en las rodillas que a estas horas he mejorado con un refuerzo específico.
A partir de más o menos la semana que viene habrá que plantearse como vamos a hacer cuando Sánchez decrete el estado de excepción (bueno, Las Cortes). Estuve pensando que habrá que pillar mascarilla, a lo mejor una simple bolsa del Froiz da el pego, pero dada la vuelta. Si nos segregan por barrios puedo dar vueltas al Corte Inglés en la bicicleta, o también corriendo, molestando a los grupos de ancianos que copan el territorio. Si nos segregan por edificios siempre quedarán las escaleras, "siempre nos quedará la piscina", decía yo. Tampoco voy a poder esputar como es debido sobre el paseo marítimo, no por miedo al contagio a terceros, sino por los trescientos euros de sanción, justo el precio del Manolo. Puedo plantearme hacer calidad, precisamente rompiendo el toque de queda, saliendo por la noche, de negro y sin reflectantes, y escapar de los nacionales, los municipales o quien sea que persigan a los infectados. Sí, viene rauda a mí la palabra infectados, caminantes... Me veo como los protagonistas de "28 días", no sé si de infectado, no se si de víctima, pero siempre corriendo. Ahora estamos viendo en mi casa la sexta temporada de Walking Death, sí, pillamos los DVDS en la biblioteca que dentro de un mes estará clausurada, nos quedaremos la peli pero no podremos ponerla a no ser que dispongamos de un grupo electrógeno. Mierda, hay que pillar un grupo electrógeno. En Walking Death también me veo reflejado, allí todo Dios corre que se las pela. Hay una escena en la que Rick se hace algo más de una media maratón en vaqueros, botas camperas, cubierto de la sangre que no es suya, sin beber y tirando de ese cinturón de Batman que lleva. También me planteo un escenario apocalíptico, en el que haya que tirarse al mar a cazar peces donde yo tendría ventaja con el resto de vosotros mortales. En ese mismo escenario, la única fuente de agua potable de la comarca estará en Xalo y tendré que ir en bicicleta con la garrafa de cinco litros a por ella, salvando a los grupos de ciclistas satánicos que querrán comerse mi corazón.
Quiero decir con esto que en los próximos meses nos va a ir bien, nos acojonaremos con los titulares amarillos de El País, nos acojonaremos con los titulares de SÓLO Feijoo de la Voz, con los edificios aislados, con la peña en mascarillas, y la puñetera desinformación en el cariz de las cifras. Nos va a ir bien a los que corremos. En las pelis de zombies todo cristo corre, salta, nada, trepa: Rick, Brad Pitt, Brendan Gleeson... Y a mi particularmente me va a ir mejor, porque soy como el prota masculino: impasible, ciclista, atormentado, nadador, impredecible, en mi peso, y runner venido a menos.
Que bien lo vamos a pasar. Que bien lo vamos a pasar cuando el Decreto-Ley diga: "Se prohíben las actividades deportivas en el exterior".
A seguir bien.