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El diario gatuno de Slump (2014-2021)
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Andrés61

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25/08/12
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Respostar citando Envío Lun, 08 Xul 2019, 16:19
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Dani.
¿A ti no te afecta el verano como al resto de los mortales?
Geniales la últimas entradas.
Me he reído un rato largo Aplauso Aplauso Aplauso
corredor101

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7/04/08
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Respostar citando Envío Lun, 08 Xul 2019, 20:43
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Feliz cumpleaños gatuno.
Menuda portada, qué risas.
Papa-Léguas

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14/10/11
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Sparkland
Respostar citando Envío Lun, 08 Xul 2019, 22:14
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Me hago eco del sentir general de dicha por la efeméride gatuna.
Que pases un buen día.



Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.
Eloy

Foreiro Xuvenil
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15/11/14
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Respostar citando Envío Mar, 09 Xul 2019, 10:45
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

¡Por otro lustro con igual o mayor lustre!
Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 11 Xul 2019, 23:22
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 5. (11 de julio)

Casi con la edad de tener un nieto robando coches aunque todavía lejos de la de andar rayándolos yo a centenares por Vigo, sigo sin saber lo que es comprar un vehículo no ya nuevo o seminuevo sino que no avergüence a mi madre o mi jefe. He jubilado el viejo 206 y lo he cambiado por una semivieja Berlingo, le he puesto un mueble desplegable de madera de pino, un colchón, unos parasoles del chino, dos sacos, cojines, unas cajas del Lidl para ordenar los trastos, y a dormir en ella. Camperizar, le llaman. En los vídeos de YouTube y en los foros que consulté nunca mencionaron las hormigas.

La estrené el miércoles en Liméns aprovechando el festivo local del jueves y el inicio (aún en versión Beta) del verano gallego. Bien. Como soy de girar en cama, ora a un lado, ora al otro, debo acostumbrarme a lo de chocar con el techo sin acordarme de Edgar Allan Poe.

Y a media mañana, desentumecidos, desayunados y lavados (en la cafetería: si no cocino entre cuatro paredes no lo voy a hacer sobre cuatro ruedas), bronceados y bañados, salimos a correr.

De la playa de Liméns a las de Santa Marta, do Porto, de Areamilla, da Ribeira do Medio, da Congorza, hasta las ruinas de la fábrica de Massó, además de las calas de rocas sin nombre que dejaba siempre a la derecha, y de vuelta. Fueron ocho kilómetros de un recorrido precioso que habría disfrutado más caminando y no pasando esos sofocos bajo el sol de la una, y también con una linterna en el túnel que alguien escavó en la roca y olvidó iluminar.


Los gatos sí la aprueban

Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mar, 16 Xul 2019, 0:35
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 9. (15 de julio)

Contando hacia atrás y tomando la de la carrera como la semana uno, ésta es la trece. Va tocando empezar ya la preparación específica y ando igual que los sábados por la noche: sin plan. Los que encuentro por Internet no hablan mi idioma, o si lo hablan es para decirme cosas que no quiero oír y menos escuchar. Demasiadas sesiones, distancias excesivas, conciliaciones laborales y sociales imposibles, ritmos desesperantemente lentos. No son para mí.

Creo que voy a seguir la misma rutina de Berlín, Londres y Nueva York: improvisar, protestar, entrenar al margen de lo que recomiendan los manuales, lesionarme, ser desahuciado por profesionales y compañeros, llorar de rabia, preguntar si puedo cancelar la inscripción, decidir no anular nada sólo por si acaso, recuperarme algo, subir el umbral del dolor, hacer la tirada larga fuera de plazo, y de pronto, sin saber muy bien cómo, verme en la salida, llorar de emoción, disfrutar tanto, morder la medalla cuatro horas más tarde, llorar de alegría.

No recomiendo este método a los demás, pero en verdad desconfiaría si no sufriera percances en los tres meses que arrancan.

Fui a rodar, pues, y a falta de criterio técnico y conocimiento llevaba una decidida cara de Filípides, enviando mensajes a cuerpo y mente para que asimilasen adecuadamente el ejercicio bajo la etiqueta #Chicago. Si los músculos tienen memoria, quiero que los míos recuerden cada esfuerzo desde este mismo día y que piensen que estamos inmersos en el maratón. ¡Que no caiga mi sudor en saco roto o en uno más modesto de domingo normal!

Volví por A Rotea, por estirar la ruta, y en las mesas frente a la Tapería Quinteiro se sentaban Tom, Berto y Guille Estrujónez, gruñendo: Carnerro ayer, carnerro hoy y maldición si no carnerro mañana. Uno de los trolls (Marino Jiménez, o su hermano Saúl) se giró inmediatamente a mi paso, alerta como un gato (como uno que pesase un tercio de tonelada), con un gesto amenazador que retiró al desdeñarme como enemigo, un elefante ignorando a un mosquito.

En Amorín, como en Christiania en Copenhague, no es aconsejable correr. Estás mandando señales equívocas.

Regresé a Carregal de Abaixo, donde no te saludan pero tampoco consideran asesinarte, y continué hasta completar diez kilómetros en cincuenta y dos minutos.



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corredor101

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Respostar citando Envío Mar, 16 Xul 2019, 5:51
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Sinceramente Dani, no sólo me sorprendería, si no que incluso me decepcionaría que te pusieses a entrenar con un buen plan predefinido y lo siguieras a rajatabla y además no te lesionases. Ése no sería mi Doctor.
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Sáb, 20 Xul 2019, 14:38
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 11. (17 de julio)

Si me hubieran interrogado y preguntado por el sural, aunque me encerrasen en el cuarto 101 o por cada negativa decapitasen un gatito ("Kafka en la orilla"), yo habría jurado que no lo tenía, que jamás lo había visto, que se equivocaban de persona. Pero sí. Y no uno sino dos.

Resulta que la unión del gemelo y el sóleo en su inserción en el tendón de Aquiles es un músculo llamado tríceps sural. Son ideas de diseño que me hacen pensar que el cuerpo humano se fabricó desde la precariedad, trampeando en el presupuesto, ahorrando costes. Empalmar (con perdón) el gemelo, el sóleo y el tendón en un único punto es como poner todos los huevos (con perdón) en la misma cesta y llevarla a un trail encima de la cabeza: ¿qué puede salir mal?

Llevo un tiempo con este problema, es sólo que por fin sé su nombre. Y si el maratón de Berlín fue el del tibial, el de Londres el del tobillo y el de Nueva York el de la cintilla, Chicago amenaza con ser el del sural.

El consejo del osteópata, no obstante, es insistir. Entrenamientos con regularidad, estiramientos, ejercicios excéntricos. ¿Es que correr por Tomiño no es ya lo bastante excéntrico?

Hacia allí me dirigí, siempre por la carretera, alargando el rodaje de ida porque cada paso en un sentido habría de valer por dos si es que quería volver a casa. Y claro que quería, pues marchaba con dolor, uno no tan fuerte como para forzarme a cojear o cambiar la zancada pero sí para sufrir y preocuparme.

Crucé Forcadela, llegué a O Ramo y giré de regreso en la gasolinera. Ahí decidí seguir hasta completar la hora en vez de hasta cubrir una distancia en concreto. Y así sin prisas, que ahora ya no importaba cuánto acelerase si los sesenta minutos no me los acortaría nadie, terminé cerca de Carregal con once kilómetros y medio más acumulados. Y caminé renqueante al sofá y el hielo.



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DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Dom, 21 Xul 2019, 22:34
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 13. (19 de julio)

En la bicicleta no duele el gemelo, pena de unas ruedas en lugar de las piernas. Dios da pan a quien no tiene dientes en el piñón y el plato.

El viernes fui pedaleando aproximadamente por la senda fluvial, esto es, desorientándome y metiéndome en fincas y perdiendo de vista el Miño, con ser uno de los seis ríos principales de España y todo, pero más o menos siguiéndolo. Y por fin llegué al sendero de madera.

Al comienzo del mismo había aparcada una furgoneta, y caminando por los tablones con aire soñador paseaba un forastero maduro con una cámara fotográfica colgada del cuello. Buscaba quizás los puentes de Madison.

Esa ruta acaba llevando a la playa fluvial de Goián. Quedaban pocos bañistas y los últimos rayos de sol tocaban a más, y lamenté no haber traído ropa y toalla. Puse el candado, como gesto antes que como protección real, y corrí de vuelta por la vereda, dos kilómetros y medio en un sentido, dos y medio en el otro, con molestias soportables. Clint Eastwood ya no estaba.

De nuevo en el arenal, las madres recogían a sus hijos y clausuraban el día. Me metí en el agua, no tan fría como esperaba, hasta los muslos. Y regresé a casa mojado y apresurado mientras la luz disminuía y el arcén iba pareciendo cada vez más inseguro, estrecho y oscuro.



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DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Lun, 22 Xul 2019, 22:53
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 15. (21 de julio)

Se ha acabado el Circuito. No oficialmente, porque el jefe de todo esto ni está ni se le espera, y esta edición quedará así inconclusa con un cierre-despedida a la francesa, y seguramente sin renovación para próximos años. Se ha acabado el Circuito y he conseguido mantenerme en primera división y no descender (por los pelos), independientemente de que haya o no otra temporada.

Y siento ahora la satisfacción de haber logrado con esfuerzo algo que un día me propuse. Querer hacer y hacerlo, no importa qué, no importa cuán insignificante o fundamental sea. Completar por fin aquel álbum de cromos, terminar el puzzle de cinco mil piezas que tanto tiempo llevó, resolver un crucigrama que parecía dificilísimo, levantar el castillo de naipes que siempre se te caía, arreglar con tus manos ese electrodoméstico estropeado que nunca funcionó, aprobar el examen de tercero de francés aunque sabes que no vas a aprovecharlo en realidad, tocar unos acordes con la guitarra, batir tu vieja marca anterior en un videojuego, atreverte a bucear con bombona, hablar en público sin tartamudear, debutar en una obra de teatro amateur, vencer inesperadamente en una partida de ajedrez al cuñado que las te ganaba sin excepción, recuperarte de una lesión de mal pronóstico, bajar de las dos horas en maratón, subir la montaña porque está ahí, poner un hombre en la Luna.

Y seguimos en la pelea.

El domingo nos acercamos a Moraña, a sumar diez kilómetros más y mantener la forma (vagamente esférica) mientras apoyamos la causa de Manolo, el jefe de todo aquello que sí que está. Sin presiones ni prisas, exenciones de las que sólo puede salir una carrera aburrida para el lector e igualmente sufrida para el corredor. Ir despacio no impide sudar y sufrir el calor y las cuestas.

Fui con Señarís desde el comienzo hasta la meta, compensando con la mayor frecuencia de mis zancadas la mayor longitud de sus piernas sin equivocarme en los cálculos. Él huyendo de las mangueras, yo reclamándolas.

A media faena Papa-Léguas, detrás de la cámara, el ojo vigilante, me informó de que lo teníamos a treinta segundos. Ajá. ¿A quién? ¿A su hermano? ¿A Nuno Costa en cabeza? Se refería, supuse y acerté, al huraño entre los huraños Larpeiro Gorxón (si ése es su verdadero nombre). Pero no acordándome de su cara e ignorando cómo vestía esa mañana no servía de nada el aviso, que la sabrosura de adelantar a un archienemigo sólo alimenta si a uno le consta en el momento y no en el diferido de las clasificaciones consultadas en casa.

Y tampoco sobraban las fuerzas para aventuras. Las guardaba, raquíticas, para un esprint tardío, y ni aun así las gasté, al comprobar que ya pasábamos de los cincuenta minutos. Preferí entrar derecho y con gesto de velocista de vacaciones y confiar en que no se fijasen en los colores del rostro y creyesen que si me retrasaba era por mi patilargo compañero.



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XoseM

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Respostar citando Envío Mar, 23 Xul 2019, 5:37
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

DoctorSlump escribió:
Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 15. (21 de julio)
[...]

Y siento ahora la satisfacción de haber logrado con esfuerzo algo que un día me propuse. Querer hacer y hacerlo, no importa qué, no importa cuán insignificante o fundamental sea.

[...]

Y seguimos en la pelea.

Aplauso
Larpeirogorxon

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Respostar citando Envío Mar, 23 Xul 2019, 11:37
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Vaya tela como está la prensa rosa hoy. Soy una mezcla de Elvis y Frodo, a veces me ven por ahí...a veces hasta donde no estoy. Ya os vale... Ríndose
DoctorSlump

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Respostar citando Envío Mar, 23 Xul 2019, 23:24
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 17. (23 de julio)

Correr un maratón no tiene por qué ser un calvario, entrenarlo tampoco. Suena bien, es una melodía que puedo tararear. Así empieza el blog del que he bajado el plan, uno que parece adecuado para vagos como yo. A falta de encajarlo exactamente en mi calendario y hoja de Excel, con el mismo cuidado y detallismo con que dibujaba los horarios al comienzo de cada curso escolar y probablemente con el mismo incumplimiento posterior, arranqué con un rodaje a ritmos extensivos.

Salí de noche, tras pasar la mañana en el trabajo y la tarde en el río y echar una siesta intempestiva en el sofá. Iba con la linterna apuntando al suelo para que me evitasen los coches, como si llevase un gusiluz colgando agarrado del rabo.

En el contenedor de la esquina encontré a Penaldo recordando sus épocas asilvestradas, y lo mandé para casa con un grito. Ya en la carretera fue mi hermano el que se cruzó al volante. En dirección a Tomiño marché alternando entre el arcén y las bermas: en uno pasaba por encima de lo que ahora semejaban felpudos viejos y antes habían sido lindos gatitos; en las otras deslumbraba algún conejo. Daban ganas de leer "Mi familia y otros animales".

Llegué a la gasolinera de CEPSA, que es un punto de referencia fácil, y regresé. Toda mi preocupación estaba en no acelerarme, en ir despacio, despacio, despacio. Llevaba el foco en la mano izquierda y el reloj con la correa rota en la derecha, con los brazos encogidos como un Tyrannosaurus Rex, mucho menos impresionante pero haciendo casi tanto ruido al pisar con esas zancadas forzadas deliberadamente lentas.

Y por fin completé los diez kilómetros en cincuenta y ocho interminables minutos, y seguí para redondearlos a sesenta. El cuerpo habrá de agradecer este trabajo anaeróbico, supongo.

Las molestias están ahí. Persistentes, vigiladas, ¿controladas?

Nos vamos a Portugal hasta el domingo con la furgoneta y las zapatillas. A ver si.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
DoctorSlump

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O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Lun, 29 Xul 2019, 20:58
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 20. (26 de julio)

Como alguno ya había sospechado, soy rico: tengo una casa en primera línea de cada playa. Liméns, Nerga, Portinho da Arrábida..., wherever I lay my van, that's my home.

Lo que más le gusta a un portugués, además de meterse en un centro comercial, es plantarle fuego al país. Y yo lo respeto, pero hace dos años casi morimos abrasados regresando de Lisboa. Así que esta vez comprobé cuidadosamente el mapa de incendios y vi la ruta despejada hasta Setúbal, con una de las bahías más hermosas del mundo, y para allí nos fuimos con la Berlingo a pasar el puente del veinticinco de julio al sol. A dormir apretados en la furgoneta, aparcados al lado de esas autocaravanas que parecen el camión-escenario de la Orquesta Panorama y vienen equipadas con cocina, baño, salón, televisor, bicicleta, perro y suegra.

Y en la gloria. Una gloria de poco glamour, escasas duchas y cierta estrechez, que bien nos sirve.

Entre baño y baño y panaché y panaché (clara de limón) y mirador y mirador, no olvidé que debía correr. El viernes, atardeciendo, mientras Montse leía en un banco junto al mar, salí a callejear y enredar la ruta para completar los doce kilómetros prescritos (y sin embargo en vigor) a ritmos lentos. En dirección a Albarquel yendo al oeste, y llegando al puerto deportivo al este, se me hicieron eternos y dolorosos. Me quedo con el momento en que crucé junto a las barcas de los pescadores, coloreadas por las últimas luces del día, y sentí, herido de belleza (y cursilería), que valía la pena el esfuerzo.


Gato en Portinho


Antigua rúa de la salud, ahora tóxica

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freakyrunning

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14/10/13
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Respostar citando Envío Mar, 30 Xul 2019, 9:23
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Eres rico. Yo también. También lo era el Cuervo Mereles (Piglia).
Una jornada con gatos y zapatillas es suficiente. Al final, una especie extraña de millonarios anarquistas que corren sin parar.





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