El Correo Gallego: Rocío Rodríguez

Rocío Rodríguez: "El cross me hace fuerte y éste es muy duro''

MAR�A ANEIROSFERROL
La atleta internacional ferrolana, Rocío Rodríguez Longa, estará el domingo en el Monte do Gozo. Aunque el cross corto no es su especilidad, sí es el camino para prepararse y mejorar su marca en la prueba de 1.500 metros lisos.
Rocío es elocuente describiendo el recorrido que le espera y que conoció el martes: "Uff, uff... está fatal, sólo tiene dos rectas, una a la salida y otra a la llegada. Los que me asustaron estaban en lo cierto y eso que a simple vista engaña al ojo. Es como ir a la guerra (risas)''. Enumera las 'trampas' que encierran los 4.400 metros: "El terreno está inclinado, tanto que calentando torcí un tobillo y tuve mucho dolor en el momento, aunque al final sólo fue un susto. Es muy irregular, está peraltado, con falsos llanos, de hecho estaban rellenando agujeros con arena. Es muy duro, creo que habrá muchas lesiones y si no las hay será gracias a la suerte''. De todas maneras, avisa que "para el espectador va a ser muy bonito''.

El turno de Rocío será el domingo en la penúltima prueba del campeonato, una circunstancia que estima "me perjudicará mucho por mis características, encima va a llover y el terreno estará más pisado y blando todavía, así que será una dificultad añadida''.

La atleta internacional explica que encuentra en la modalidad de cross corto el mejor conducto para preparar la prueba de 1.500 metros: "El campo a través me endurece, es donde adquiero capacidad de sufrimiento porque lo paso fatal, es como un entrenamiento pero muy duro, por eso me hace fuerte''. Por otra parte, tiene una pequeña ventaja porque "como no es mi prueba no corro presionada y no tengo tensión, es algo que puede favorecerme porque los nervios a veces me juegan una mala pasada. En el atletismo la cabeza es muy importante''.

Pese a su currículum, Rocío garantiza que "no me considero favorita, lo veo imposible porque es un cross que no me va, lo contrario ocurrió en Cáceres que quedé tercera, pero era una prueba hecha para mí''. Pese a todo, dice que competirá "con mucha ilusión y trataré por todos los medios de hacerlo bien porque represento a la Federación Gallega''.

Rocío atraviesa por un buen momento después de operarse —hace dos años y medio— de una rotura del ligamento lateral externo de su rodilla, una lesión que tronzó su trayectoria y le obligó a partir de cero física y anímicamente. Aparcada y olvidada lo que fue para ella una pesadilla, vive otra vez el atletismo con entusiasmo y poco a poco se aproxima a la atleta que mantuvo en vilo a su ciudad de madrugada cuando corrió los 1.500 en el Mundial de Japón, hace cinco años. Repetir su marca de 4.10 es su gran obsesión, su punto de referencia.

"Ahora veo que me acerco a mis rivales y aunque no les gano sé que me falta poco, me veo más cerca, con más moral y mi objetivo es de cara al verano que últimamente me quedaba atrancada. Quiero ser ambiciosa, pero no voy a exteriorizar mis metas porque siempre se vuelven en mi contra y me presionan'', apunta.
"Nada es imposible''

Los Juegos Olímpicos de Sydney fueron una fijación para Rocío, no conseguió la mínima por stress y después se lesionó. No quiere repetir las mismas sensaciones con la inminente cita de Atenas. Está casi convencida de que lo tiene "muy difícil'', pero sus ilusiones siguen intactas y defiende que "nada es imposible''.

Rocío advierte que en el atletismo, además de una cualidades físicas imprescindibles, el sacrificio y el trabajo diario, es muy importante la estrategia y saber mantener la cabeza fría. Pone como ejemplo su reciente participación en el Nacional en sala donde se clasificó en la quinta posición. La mediofondista hizo una marca de 4.18 en la semifinal. Sin embargo, en la final registró 4.22 porque "tácticamente corrí fatal, entré en unas guerras que debería haber evitado, no reservé fuerzas y pagué el esfuerzo. No hice una carrera inteligente''.

Enviado por e o 28-Feb-2004 (1276 Lecturas)