El Correo Gallego: Carlos Adán

Carlos Adán consigue el triunfo en el Campeonato Gallego de Cross

EMILIO NAVAZASANTIAGO

Camino ya de sus 37 años — en julio—, el vigués José Carlos Adán, que está disputando su última temporada como uno de los grandes del atletismo, resistió ayer en el Monte do Gozo el empuje de competidores más jóvenes, como Ramallo y Nimo, y se plantó solo en la meta, sprintando, eso sí, porque lo acechaba Ramallo, para adjudicarse su cuarto título de cross, segundo consecutivo.

En categoría femenina, con una participación bastante más reducida, la victoria recayó en Águeda Blanco, sin sobresalto alguno, escoltada por una veterana incombustible, perseverante, ejemplar: Soledad Castro.

En el compostelano Monte do Gozo también salieron, además de embarrados, con el título bajo el brazo: Francisco Gómez Noya (promesa), nombre ilustre en el mundo del deporte porque este ferrolano es el último campeón mundial sub 23 de triatlón; Marcos Fernández (júnior), Julio A. López (juvenil), Ángeles Sueiro (promesa), Marta Fernández (júnior) y Andrea García (juvenil).

La vida de José Carlos Adán cambió de un tiempo a esta parte; ahora trabaja. En Ribeira, donde entrena a chavales en la escuela municipal. Y su entrada en el mundo laboral no le permite entrenarse tanto ni descansar como hacía hasta hace poco cuando se dedicaba exclusivamente al atletismo. Pero ayer en el Monte do Gozo, sobre un terreno complicado porque se llenó de barro en algún tramo e hizo mella en los participantes (en algunas carreras varios atletas entraron en la meta desplomándose por el esfuerzo), Adán mantuvo en todo momento ese coraje que le llevó a la cúspide y no permitió que le arrebataran su última oportunidad de éxito.

Cuatro en cabeza

Por el triunfo se pusieron a luchar Pedro Nimo (la vuelta a la competición del santiagués llena a todos de esperanza), Ramallo, Miguel Mayán y Adán. Nimo, elegante, un ejemplar de bella estampa, mantuvo cierto dominio en las primeras vueltas, donde se le vio muy entero, pero acabó sucumbiendo en el tramo decisivo. Mayán, por su parte, era el más débil del cuarteto y el que, por lo tanto, primero se echó abajo en su afán por ganar. Cuando la carrera entró en el momento cumbre, con todo por decidir, con la meta cada vez más cercana, Ramallo y Adán se enzarzaron en un mano a mano que pareció decantarse inicialmente para el primero. Pero su exigua ventaja no fue suficiente para doblegar la fe del campeón. Adán, magnífico, al mismo tiempo que veía la línea de llegada más cerca aplicó esa fórmula de correr todavía más rápido y la recta de meta que conducía a la pancarta de meta fue para él gloriosa, triunfal.

Orgulloso

Estaba exultante. Todavía jadeaba Adán, cuando dijo: "He sufrido más que nunca''. Aguantó porque tenía que despedirse por la puerta grande. "Si no me llego a retirar este año me hubiese dejado ir porque José (Ramallo) ha demostrado que está más fuerte que yo. He tenido esa chispa de sufrimiento que quizá den los años, de aguantarle, y, cuando vi la meta a doscientos metros, vi que en el barro él aflojaba un poco, cambié a muerte...'' Pensó que si le aguantaba aquel empuje acabaría perdiendo, pero observó que su más fiero oponente se quedaba bloqueado. Adán corrió entonces hacia el arco del triunfo con "una alegría inmensa por despedirme del atletismo de alto nivel en el cross siendo campeón gallego. Es un orgullo muy grande''.

Lo visto no admitía duda. Ramallo había perdido en los últimos metros. "Tuve mala suerte de encontrarme un Carlos Adán pletórico'', comentó. "Siendo su último año, ha luchado por todas''. Y de la carrera, con cuatro atletas buscando el triunfo, dijo: "Que Adán no nos quitara mucho tiempo demuestra que en Galicia hay un nivel excelente''.

Enviado por e o 02-Feb-2004 (1365 Lecturas)