Ã?â?°xito participativo en la San Silvestre (Gonzalo Méndez)

De éxito rotundo si nos referimos a la participación en la XX Edición de la San Silvestre Pontevedresa organizada por la Sociedad Gimnástica. La tarde, espléndida para la práctica de deporte al aire libre llevó a la Alameda de Montero Ríos a más de ochocientos animosos deportistas de todos los ámbitos locales a recorrer los cuatro kilómetros que despedían las actividades deportivas del año actual.
La Alameda ya era una fiesta media hora antes de la carrera. Todo tipo de atuendos servían para festejar deportivamente el último día del año. A las cinco en punto la portavoz del grupo popular en el Concello de Pontevedra y vicepresidenta de la Deputación, Teresa Pedrosa, daba el pistoletazo de salida y la fiesta comenzaba.
Muchas caras conocidas y no en el ámbito del atletismo. El Presidente del Teucro Ence, Evaristo Estévez llegó a la meta, a buen seguro con algún kilo de menos. Jaime Agullo, Fernando Huelín, Carlos Paz, Javier Medrano, Luis Lorente, nuestro compañero Anxo Barros o Santi Ferrer. Tampoco faltó a la cita de Nochevieja el grupo de Visi y María con sus originales disfraces que siempre dan un colorido especial a la San Silvestre. El atleta Antonio Expósito puso otra nota de color al llevar su perro con camiseta y dorsal.

Atletas de alto nivel también se sumaban a la carrera popular, Elisardo de la Torre, Jose Benito López, Eva Iglesias, la duatleta Saleta Castro, todos en ánimo popular, formando piña y en medio de todos los que acuden cada fin de año con el objeto de hacer deporte. Los duelos de los veteranos tampoco faltaron, esta vez se llevó el gato al agua, Manolo Lavía por delante de un “fatigado” José Serrano y un venido a más Carlos Landín.
Pero no todo fue de color de rosa en esta San Silvestre y el deporte es algo que, aunque nos duele decirlo, no protege en absoluto nuestro querido Concello. Nuestro políticos debaten durante años el si o el no de Pasarón y ahí se le acaban sus recursos. Todo es mucho más de sentido común y más en una ciudad tan pequeña y que demanda deporte por los cuatro costados. El deporte local necesita un cambio radical. En una carrera popular como la San Silvestre es en dónde se aprecia el sentimiento que procesan nuestros políticos al deporte. Madrid, a la misma hora había cerrado al tráfico algunas de las arterias principales y no pasó nada. Aquí no “pasó” nada de puro milagro. Los atletas del final de la carrera no llevaban protección, los demás apenas si una moto. Todo sería más coherente si el tráfico se hubiese cortado durante veinte minutos. Si perseguimos deporte popular, dejemos al menos una vez al año tomar las calles a los que tienen esta maravillosa virtud.

No puedo olvidarme de los discapacitados que estuvieron presentes, algunos no pudieron completar el recorrido, otros debido a no llevar protección tuvieron que hacer peripecias para finalizar. El incombustible Juan Rumbao para adelante y para atrás los fue “recuperando” a todos. Su esfuerzo y su presencia les hizo pasar una tarde muy feliz. Igualmente a todos los que vienen a Pontevedra año tras año, Calvar con su Vila de Cangas, Pardal con infinidad de atletas del Atletismo Cuntis, de Noia, de Lugo, de Ourense. La San Silvestre pontevedresa si se sabe cuidar un poco puede convertirse en algo auténticamente masivo. La organización debe de hacer balance y sacar las conclusiones positivas y negativas para reforzar todo aquello que se fue un poco de las manos en esta edición.

Pero también hubo una carera competitiva y algunos atletas que corrieron muy deprisa queriendo inscribir su nombre en la San Silvestre. Víctor Riobó y Águeda Blanco se suman a los ganadores de esta clásica. En la entrega de premios no faltaba casi nadie. Fernández Lores, Luciano Esperón, Teresa Pedrosa. Ojalá algún día les veamos con el chándal, quizá en ese momento se den cuenta de que el deporte ayuda a las personas a tener una vida mucho más enriquecida y sobre todo el deporte para todos, que es por el que tenemos que luchar. Al final hubo espléndidos Trofeos para los tres primeros y todos se despidieron felizmente con la sidra típica de esta carrera que SuperFroiz pone a disposición de muchos de los participantes.