Rafa Fuentes vivió su gran día

La novena edición de la Media Maratón Ciudad de Pontevedra cubrió con notable alto las expectativas de la prueba. Una organización excelente ayudada por una climatología excepcional devolvió el atletismo a nuestra ciudad en sus valores más importantes: unir a los atletas federados y populares en una muestra de lo que pueden ser los cimientos de una gran maratón en nuestra ciudad. La mañana era relativamente fresca en Monte Porreiro aunque los atletas los agradecían ya que sabían que en pocos kilómetros estarían a tono para el desarrollo de la carrera. Igualmente la escasa brisa fue otra aliada para que los atletas no tuviesen el problema del viento siempre tan desagradable en la autovía de Marín. Desde el inicio se dejaron ver ya claros los pronósticos. La media docena de favoritos se iba del grupo para llegar al ecuador de la prueba en Marín con la selección completamente hecha. Adán, Fuentes, Saa, Bastos y Domínguez eran los que iban a luchar por la victoria en ese momento. Fue a partir del kilómetro doce en dónde el atleta de la Gimnástica quiso probar las fuerzas de sus adversarios. Dejaba poco a poco a Domínguez, luego a Alberto Bastos, al portugués Saa y finalmente se deshacía hacia el kilómetro quince del olímpico vigués Carlos Adán.

A partir de ahí una auténtica exhibición de Rafael Fuentes hacia el estadio del CGTD con una entrada triunfal en sus pistas y la emocionada llegada en la misma línea de meta envuelto en los brazos de su hija y de su mujer. Para Fuentes ayer era una de los días más felices de su vida deportiva, vencía en su casa, en su carrera y todo ello debido al enorme sacrificio de estos últimos meses en los cuales el pupilo de Carlos Landín trabajó muy duro.

Adán se hacía con la segunda plaza del podio y el atleta del Boavista F.C. Luis Saa cruzaba la meta en tercer lugar. Muchos fueron los atletas que mejoraban sus prestaciones en el día de ayer, quizá a Fuentes le faltó gente de cierto nivel para ello pero no a otros. Claro ejemplo el del veterano González Ojea, en este último año su mejora ha sido extraordinaria y en la mañana de ayer realizaba una marca excepcional de 1 hora y 13 minutos, registro que le coloca entre los mejores del ránking mundial de la categoría de M.45.

Enorme carrera de un Daniel de la Torre, que puede coger el tono para el próximo invierno. A otros se les hizo muy duro el tramo final y perdieron algún minuto de más. Domínguez, Bastos, Álvarez o Sanmarco pagaron caro el esfuerzo de la primera parte de la prueba, tan bondadosa ella pero por ello demasiado rápida. El veterano Manolo Rosales volvió a dar una nueva exhibición a sus casi 68 años, el marinense prepara la maratón de Nueva York que es su gran objetivo dentro de un mes.
Los atletas locales estuvieron a su nivel: Peraza a su ritmo, al igual que Expósito, Sertal, quizá esperábamos más de Lavía pero los años no pasan en balde. El trabajo de la organización fue pues sobresaliente, hubo todo lo necesario y los tres centenares de corredores salieron enormemente satisfechos de la prueba. Una pena que no se llegue a cerrar al tráfico un recorrido de este tipo. Este fue el único punto oscuro de la prueba y a su vez peligroso.

Miguel Fernández Lores, alcalde de de Pontevedra esperó a todos los atletas en la línea de meta, estuvo siempre acompañado de Ramón Touza, presidente de la Gimnástica, y de José Manuel Seoane en representación de Ence. La informatización de la carrera fue otro aliciente importante. Una carrera que pasará al currículum de muchos como una más y que abrió las puertas del atletismo popular a otros muchos que debutaban en una distancia que merece mucho respeto. Las sensaciones de la mañana de ayer fueron inmejorables, aunque un poco triste es el estado del atletismo femenino de nuestra comunidad, ayer se vivió la cruda realidad del fondo femenino.