Las 24 Horas de Vigo

Las 24 Horas de Vigo
Desde el Parque de Castrelos

Un fin de semana lleno de emociones y kilómetros fue lo que se vivió este sábado y domingo en el parque de Castrelos. Las 24 Horas de Vigo, una prueba especial por su formato que bien merece una fantástica crónica adaptada a la duración de la prueba Guiño

/ Las 24 Horas de Vigo en el foro
/ Fotos de la prueba (gracias a Miño Records, Erikalfonso y Pi+Banderas)
/ Diario gatuno de Slump

La crónica de DoctorSlump:
"Cuaderno de bitácora. Segundo año del gato. Días 54 y 55. (29 y 30 de agosto)

04:00 ¡No vuelvo más!
12:05 ¡El año que viene volvemos otra vez laralará!


En 2014 agoté las emociones tras dos días mágicos irrepetibles y por ello no quise hacerme muchas ilusiones para la segunda edición, estaba más bien en plan aguafiestas calmando los ánimos para que nos lo tomásemos de relax y sin competir, y anteponiendo Berlín en mis objetivos. Pero según se acercaban las fechas me sorprendía encargando camisetas serigrafiadas o apresurando un banner con cartón pluma y la foto de Jack Bauer another day in Castrelos. El cuadrante de turnos no pasó de un esbozo porque sabía ya cómo funcionábamos y lo poco que se cumpliría de lo previsto. Por mi parte primero descarté (me descartaron) el rodaje largo que pensaba intentar, y después cuando puse el pie en el suelo el sábado creí que ni siquiera correría, pero he aprendido a desconfiar de mis lesiones para lo bueno y para lo malo y no dije nada. Maleta con cuatro o cinco equipaciones de repuesto (kit de pantalón, camiseta, cinta del pelo y calcetines), medicinas como para medio geriátrico y al parque. Recogimos la caja con los dorsales y regalos que llevé al estilo porteador que se despeña en las películas de Tarzán, decoramos el frontispicio de nuestra carpa con el póster (unas cien veces, no paró de caer sobre cabezas propias y ajenas) y comprobamos que compartíamos patio con las figuras, en plan chalet adosado al equipo de Marcial y frente al de Nimo, como un propietario de Moratalá o Esplugues con futbolistas famosos de vecinos. Por lo visto también estábamos instalados en una zona con derecho de paso y todos cruzaban por la tienda, la verdad es que no parecía precisamente un centro de alto rendimiento deportivo con nuestros tipos poco olímpicos, las tortillas y los embutidos, los niños de Óscar jugando y la música de Siniestro Total. Desayunamos, fueron llegando los demás, saludamos a compañeros y sin embargo archirrivales, deseamos mucha suerte a Susana en su aventura individual y a Ramiro la Tortuja Atómica. Comenzaban las veinticuatro horas. La mejor carrera de Galicia.
Tras el rodaje de presentación conjunta y con niños, fueron Jose Antonio y Montse (ojo, no confundir con Montse) los que iniciaron la competición, las fuerzas estaban intactas y yo repartía mis pulmones entre ellos, varios rivales conocidos (incluidos ex-compañeros, snif), Susana Rial y el resto de los individuales, y palmas para todos y cada uno de los participantes. Contar aquí qué corrió quién sería muy aburrido. Como estaba cojo apliqué Radio salil y Reflex y empecé con seis kilómetros seguidos bajo un sol implacable por si era uno de esos dolores que se van con el calentamiento, y un poco de hielo hurtado a los refrescos al acabar. Dolor había y persistía, sí, pero del tipo no incapacitante, lo malo era descalzarme o pretender mover los dedos, que no haciéndolo me dejaba correr. Por tanto a partir de ahí fui alternando series de tres, dos y mil metros. Seguía sin afán competitivo como grupo pero como persona humana ya era otra cosa, necesito siempre alguna motivación para no frenar y estuve manteniendo ritmos bastante altos para mí, entre 4'10" y 3'49", picándome con quien tuviera a mano, queriendo seguir a María Jesús Gestido (dejo espacio para las risas) y buscando retos absurdos instigado por Chamorro y Nando. Y mi coach que me miraba y decía que no con la cabeza (esto es, noneaba) por la falta de la mía.

Y más gritos y ánimos y la voz se iba yendo, y ya me salía un vengaa...a...a... Susa...a...a...na... (es que es una onomatopeya complicada la de la afonía), y vamos Gondomar y sonríe Oscarourense y buena María y uuuuuuhhhh Nando y adiós Pedro Nimo que creo que era Pedro esa bala que pasó. Sacamos las sillas al patio trasero y con la mantita en las piernas parecía un jubilado viendo las obras pero siempre aplaudiendo sin descanso, qué impresionante espectador soy aunque está feo que lo diga, pero de los buenos buenos, y las horas iban pasando y estábamos cómodamente instalados (además de en la silla) en el séptimo puesto, con los de Cambados detrás. Y por Cambados me refiero al equipo B en el que iban Nando, Mary Abal y Quinso, que el A tendrá el mismo CIF o código postal pero era otro equipo. Y visitas de algún Vigorunner a la carpa a quejarse por la compensación, y que si el goal average y el fuera de juego y que si la abuela fuma, y de paso a comerse el jamón y el queso. Y las horas iban pasando, repito, y pasaban despacio. En mi tercera tanda el pie dañado despertó para mi desgracia y cada pisada era un clavo en el empeine, pensé en abandonar no sólo hoy sino también la cita del veintisiete pero completé la serie (creo que era un 2K) todavía a buen ritmo y esperé la evolución. Se quedó en un término medio e interioricé el dolor y lo añadí a la colección y no tramité la baja. Y pasaba Susana sonriendo y dejándome admirado, y César con un equipo de cuatro (qué informalidad, esto con Franco no pasaba) metiéndose unas tiradas tremendas a ultravelocidad, y por encima de todos la increíble Sara Pérez. Va en otra liga.

Por la noche llegó Susi de trabajar, acelerada y nerviosa, cuando por fin se centró y vio que las reglas eran bastante más sencillas que las del parchís se puso a correr y en pocas horas hizo diecisiete vueltas y se ganó los elogios de sanmikel hasta que se lesionó (ella). Gracias por estar ahí. Y Montse (Montse Montse), ya la conocéis, sumó otros treinta a su preparación como el o la que no quiere la cosa, siempre festejando cada relevo. Jesuli sin dormir, tiojuan que reengancharía ésta con otra jornada en vela, Nando y Chamorro a los mandos de la vuvuzela y queriendo socavar mi autoridad, mi autoestima, mi autocontrol y hasta mi automóvil. César (el otro César) poniendo cara de preferir estar picando en la mina, puf, joder, puf, puf, pero cumpliendo. Basi que lleva bien las andainas de 101 kilómetros pero sólo puede correr uno de cada vez, otro caso a estudiar. Y sanmikel infatigable y disputándole a tiojuan el título honorífico de galgo de la pandilla. Entre todos fuimos un equipo y entre todos lo logramos. Cinco dedos son un puño, doce dedos serán un puñado o a saber qué son además de polidactilia.

A eso de las cuatro de la mañana me quedé dormido en la banqueta, torcido y desnucado, tiojuan me arropó con una mantita y soñé que se había acabado la carrera. Me despertaron, capitán, hay que completar el cuadrante, y yo hipotérmico, desorientado, contracturado, inmovilizado por una ropa desconocida, quise explicarles que todo había terminado pero no tenía voz (ni voto), no podía hablar y ellos (pero un ellos de paranoico, un ellos que representa la otredad, unas caras que se agolpaban opresivas sobre mí y mi delirio) que arriba y a correr, y no salía nada de mi garganta. Poe no escribía pesadillas como ésta ni en sus días más tétricos. Temblando como la luna en el agua (soy tan sensible, qué metáforas) conseguí que me dejasen tomar un café, lavarme la cara galopín y volver a ser persona. Todavía renegué tres veces de la carrera y les dije a Inma, Pepe y Patri que no me pillaban en otra, y los tres en una colchoneta tumbados para más inri. Pero sabía que con la luz del día todo cambiaría y así fue, y el amanecer me sorprendió (o lo habría hecho si no contase con él) en la pista, fue bonito ver llegar el día corriendo (yo, el día venía sin prisa pero sin pausa).

Inciso: Durante todo esto y lo anterior y lo posterior y lo que me olvido de contar, continuamente, sin interrupción, Alberto73 estaba entrando o saliendo de los relevos, como en un bucle infinito, qué hacía allí y con qué turbios propósitos lo ignoramos. Llegó al extremo de desmelenarse y quitarse la gorra o viceversa, si en ese momento me saco yo la cinta del pelo llevamos a este universo al colapso y damos origen a uno nuevo con diferentes reglas.

Por la mañana todos habíamos renacido, Papabaloo como en el escondite se ofrecía a correr por él y por todos sus compañeros, Beauvais haciendo su rojade largo todavía iba esprintando detrás de mí, cuando mi mejor marca fue a esas alturas y con los isquios y los aductores tocados (y eso que sanmikel olvidó los croissants), Alberto73... ya he dicho lo que hacía, Mary Abal iba pi pa pi pa, los galgos volaban y los individuales volvían a trotar. Y Pedro en sus descansos animando con ganas cada vez que pasaba, enoooorme, como dice María. Los Maisqueauga haciendo honor a su nombre iban con gasolina a por el pódium. Los pajaritos cantaban y las nubes se levantaban. La noche oscura del alma quedaba atrás. Chamorro anunciaba el nuevo día a golpe de vuvuzela, sólo faltaba Gandalf con los jinetes bajando por la colina. Grandísima aventura.

Claro que tener que estar disponibles veinticuatro horas (y muchas más antes y después) es agotador y fue motivo de alguna pequeña tensión, se descargaban las fuerzas y cargaban los músculos, se abrían las bocas y cerraban los párpados, había que improvisar, buscar voluntarios y repartir relevos, y confiar en que volviesen los que se habían retirado a descansar. Alguno refunfuñaba más de la cuenta, otro se autoflagelaba por una ausencia de nada, hay quien se marchó a ver el Celta y regresó líder, y un saco de dormir fue el oscuro objeto del deseo. Y por supuesto hubo lesiones y excesos y compañeros que dijeron hasta aquí y se plantaron y fuimos siendo menos efectivos, gracias de verdad por las aportaciones. Estoy orgulloso de haber formado parte de un equipo en el que nadie falló, que llegásemos los doce a las ídem de la mañana (pero tiojuan se movió y no salió en la foto) y que todos colaborásemos por igual sin importar quién era más o menos rápido. Y que me dejasen hacer la(s) última(s) vuelta(s).

Porque esos dos kilómetros finales fueron apoteósicos, sin la presión del resultado los disfruté taaaanto, el público volcado, los demás participantes, amigos y amigos de amigos nos dieron y me dieron (pues lo sentí como algo personal) una emoción como sólo había tenido en Rentería durante la Behobia o incluso mejor pues esto era más íntimo, y algo que no pasa nunca en Galicia. Mientras algunos equipos apuraban sus sprints definitivos luchando por la clasificación y los individuales terminaban sus gestas, adelantado por los unos y adelantador de los otros, iba como en una nube alucinado y emocionado, y más aplausos y ánimos y gritos y sonrisas que yo devolvía, podría quedarme a vivir en ese kilómetro. Cruzada la meta antes del cierre tocaba sólo completar el recorrido otra vez, y me estaban esperando con el logo en cartón pluma y con él en alto y varios Jackbauers a los lados entramos con alharacas, vociferios y hasta frenesíes. Había demasiada energía en el aire, teníamos que abrir válvulas y espontáneamente montamos una nueva vuelta fuera de programa, únicamente nosotros cantando (ejem) el No nos moverán aka El barco de Chanquete y amenazando con regresar en 2016. Todavía estaba llena la llegada y de nuevo nos aplaudieron no sé si conscientemente o porque creían que éramos unos clowns contratados por la organización, la gente intentaba leer el cartel por si anunciábamos algo interesante como pinchos gratis o una reivindicación por el hospital de Vigo pero no, no era más que un momento eufórico y feliz. ¿Quién recordaba ya la bajona nocturna, el frío y el agotamiento? ¡Queríamos más, esta carrera es muy corta y debería durar dos días enteros!

Pero ya tocaban las despedidas y la recogida de bártulos y la entrega de trofeos, y un par de vermuts y helados con César y Susana antes de irnos, y sanmikel agradeciendo a los voluntarios y yo a Vidal. Paramos en una tapería y me quedé dormido delante del plato, conseguimos a duras penas volver a Tomiño, una ducha y a cama. Despierto quince horas más tarde, a tiempo para ir al curro. Saco un pie temeroso, ese pie, y oh milagro, no me duele, me he curado, que ni fascitis tengo hoy. ¡A ver si lo que tenía no era una lesión sino sueño! Claro que hay molestias aquí y allá, los isquios básicamente, pero no es nada con lo que no pueda lidiar, vuelvo a pensar en positivo y retomo Berlín. Mi señorito Rottenmeier ya no sabe si alegrarse o enfadarse, no hay manera de entrenar a alguien que ni siquiera es regular en sus achaques y se recupera o rompe sin relación causa-efecto ni respeto por los plazos normales. Por si acaso voy a un fisio a que me dé unas friegas y ahora a (re)plantearse esta semana, quedan sólo cuatro para el maratón y no tenemos ni idea de en qué situación estoy.

Castrelos es como una borrachera con los amigos, que no acaba cuando termina y continúa al día siguiente con los encuentros y las bromas, se comenta y reconstruye y así se revive y prolonga. La mañana va de whatsapps y fotos y agradecimientos y cariños. Y de lavadoras, supongo. Apenas puedo hablar, por suerte no trabajo cara (ni oreja) al público, el hilillo de voz que me queda llega apenas para contestar a un proveedor y echarles la bronca a los de Movistar, cuando me pongan el teléfono ya estará obsoleto como el telégrafo. En la oficina me preguntan si corro con las piernas o con la boca. No saben que el rock, amigo, se escucha con el corazón."


/ Diario gatuno de Slump

Enviado por Admin o 02-Set-2015 (2079 Lecturas)
"Las 24 Horas de Vigo" | 2 comentarios

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Re: Las 24 Horas de Vigo
por Aline o Mércores, 23 de Setembro ás 08:19:53
Impresionante crónica, de las que te emocionan, te ponen la carne de gallina y al terminar te dejan con esa sonrisa que tarda unos cuantos minutos en desaparecer. Gran relato escrito con gran maestría.

| Pai

Re: Las 24 Horas de Vigo
por joanotra o Domingo, 27 de Setembro ás 20:36:12
Hoy despues de llegar de moaña y saber que has terminado fenomenal el maraton de Berlin he leido tu cronica de castrelos. Gracias por recordarnos que somos un equipo con el que puedes contar.
Ha sido emocionante leer la cronica y correr con vosotros. Espero estar el proximo año.
Un abrazo runner.

| Pai