Dom, 29 Mai 2016, 19:48
Asunto: Re: Diario de un "maratonista" friolero. Desafío C42 2017
III Carreira Popular de San Sadurniño -- Correr 5 km -- tiempo: 23:49 -- ritmo: 4:46 min/km -- pulsaciones medias 174 -- Puesto: 198 de 500
"parece que chove"
Más o menos eso pensaba yo cuando me dirigía a la carrera en coche y los limpias ya no daban más de sí. Diluviaba. Ya de por sí no me gusta la lluvia, pero es que este viernes y sábado he estado tonteando con un resfriado. Así pues tocaba minimizar riesgos.
Me acerqué el sábado a por el dorsal para poder llegar a la carrera solamente con 15 minutos de antelación. Y eso hice, como conozco bien la zona sabía donde podría aparcar para luego ir trotando ya a la salida. Lo más difícil fue animarse a salir del coche; realmente llovía con ganas.
El maestro jmdobarrro captó las dos gotitas de nada que caían.
Todo el calentamiento fue bajo el aguacero, pero afortunadamente la lluvia paró a falta de un par de minutos para el comienzo y el resto de la carrera fue en seco.
Este 5.000 tiene la particularidad de que existen cajones de salida y además los primeros 400 metros son neutralizados. Pues bien, a mí en esos 400 metros me adelantaron unos 6-8 personas... y no es que yo fuera haciendo de hombre boya, que seguía el ritmo del de adelante. ¿Por qué no se habrían puesto en un cajón más delantero ya de inicio?
Durante la carrera no tuve muy buenas sensaciones, desde el inicio me notaba sin chispa e incluso sentía un poco cargado el isquio izquierdo. A diferencia de otras carreras no tomé liebres de referencia sino que dejé que la gente me fuera adelantando mientras yo intentaba ir a 5:00 min/km. Más o menos eso hice durante los tres primeros km.
En algún momento de esa parte se me apreció uno de esos diablillos que se ponen sobre tu hombro y te susurran con azufre. El mío me decía que para que estaba yendo tan al límite, si total ni de broma hoy iba a batir mi mejor registro en los 5 KM.
En vez de hacerle caso apreté un poco más, no por fortaleza mental, sino porque a falta de 1,5 KM me sentía relativamente fresco. La cercanía de la meta siempre me da energía. A partir de ese momento volví a fijarme en el resto de corredores e intenté seguir a una pareja que me adelantó para que me llevaran hasta un grupo grande de corredores que tenía delante. Lo conseguí pero me dejó un poco tocado.
En ese momento pensaba que no iba a ser capaz de esptrintar. Durante todo el último km fui incrementando la velocidad progresivamente. La idea era exprimirse durante toda la carrera para ver hasta donde podía llegar. No iba a tener fuerzas para esprintar. Había gastado demasiado. Hoy no, pero porque no puedo...
Y eso parecía, hasta que a unos 150 metros del final me adelantó con mucho ritmo una chica. Ni mucho menos era la primera persona que me adelantaba, durante toda la carrera me estuvo pasando gente. Pero con este adelantamiento algo hizo click en mi cabeza y salté a por ella. No fue premeditado, ni siquiera fue voluntario. Se trataba del
"frenesí del sprint" que una vez más se apoderaba de mí. Al Último Guerrero de Pressing Catch también le pasaba; somos almas gemelas él y yo. En su caso reaccionaba con el baile de sambito, en el mío sprinto y encuentro fuerzas de donde pensaba que ya no había.
Él también esprintaría
Así que esprinté, claro que esprinté, con tanto ardor que para adelantar a la chica, que a su vez adelantaba a otra gente, me salí del camino a la hierba. Y seguí esprintando cual pollo sin cabeza. En los últimos 150 metros adelanté a unas 6-7 personas y hasta crucé la meta inclinando el pecho hacia delante para que en la foto finish quedara claro que yo llegaba delante.
Tras cruzar la meta me puse en modo ninja y desaparecí lo más pronto posible pues no quería tentar a los dioses de las flemas. Así pues no pude hacer vida social runnera, tan solo saludar al forero vefito. Es que ni siquiera comprobé si andaban por allí los archis.