Sáb, 22 Ago 2015, 21:48
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Segundo año del gato. Día 47.
De regreso definitivo de San Vicente, esto no es Hawaii qué guay porque no es el diario de Meigalicix pero han sido unas excelentes vacaciones locales, con carreras, entrenos y bicicleta, visitas recibidas y dadas, conciertos, siete libros pero sólo dos autores, y un bonito color de piel que no durará. Montse leyó anoche la última entrada, captó la indirecta y hoy compró chocolate, en vista del éxito voy a usar el gatuno como sustituto de los pósits en la nevera, con permiso: hay que recoger el lavavajillas y llamó tu madre.
De nuevo toca correr en sábado, menos mal que no soy judío (y ni siquiera tan gentil como debería), creía que un verano sabático sería algo más descansado. Es un día importante, la primera media desde Caminha y la lesión, un test sobre el estado de la nación, y como los niños en la playa,
mírame mamá mírame, reclamo atención. Montse, Montse, que voy a hacer veintiún kilómetros. Muy bien, suerte, tengo que marchar que yo voy a hacer veintitrés. Me tiene la moral comida. Y esta media del río Tea me pilla en lamentable situación, o son las noches de camping y colchoneta o las agujetas y estiramientos de Cambados o se ha roto alguna pieza central porque me duele todo y mucho, los aductores y los isquios liderando pero no completando la rebelión muscular y los pies la articular. Necesitaré doping extra, tal vez doble ración de ibuprofeno y bocadillo de Reflex. Preparo el ajuar, es una distancia larga y llueve así que no descuido la protección para las zonas delicadas a la par que erógenas, cargo el reloj y marcho con Juan a Mondariz-Balneario.
¿Nos habremos equivocado de lugar o fecha? No hay nadie, en el hotel no saben, nos metemos por un camino de monte y aunque encontramos la salida y los dorsales ya vemos que el ambiente no estaba inscrito (va mañana a Baiona), qué cosa desangelada que hasta daba yuyu. No pasa nada, en peores plazas hemos toreado (¿seguro?, mira a ver que no recuerdo ahora mismo otra así), y tras el café, el ibuprofeno simple y un minicalentamiento empezamos. El objetivo era un rodaje tranquilo en compañía a ritmo lento pero procurando no quedar últimos, y tal cual fue. Por un bonito paseo fluvial, atravesando fincas y algún tramo de asfalto, compartimos recorrido con todos los elementos que la organización tuvo a bien permitir: coches, carritos de bebés, ciclistas, paseantes, senderistas, señoras (son una categoría propia), perros y ovejas. Un duelo que tuvimos con uno de azul (o lo que me dejó Juan tener, porque me frenaba con buen criterio) quedó desvirtuado cuando se perdió y apareció detrás. No fue el único extraviado, y yo llegué de casualidad, unas veces por encontrar la flechita escondida y otra, lo reconozco, porque me gritaron cuando me empeñé en hacer lo contrario a lo normal. Con molestias pero no más de las habituales y siempre en pareja sorteamos todos los obstáculos aunque para ello tuviéramos que irnos a la acera, no queremos molestar con nuestras manías de correr, subimos una cuesta sorpresa que no habíamos pedido, y comparamos pulsaciones ahora que ambos gastamos banda y tecnología. El último tramo lo hicimos con un sprint a dúo y terminamos este entreno largo en 5'16" y con las felicitaciones mutuas y además esta vez sí de mi supervisor. Quedan cinco semanas, yes we can! Mientras, Montse pensó que veintitrés eran pocos e hizo veinticinco, habrá que abrir un diario para sus aventuras.
¿Y la carrera, qué tal? Si no hay cronometraje, el tráfico no está cortado, los kilómetros no están marcados, el recorrido no está señalizado, no hay público y apenas hay corredores, eso no es una carrera: es una quedada.
Nos abandonó Daniel Rabinovich. Les Luthiers también tenían su gato, aunque fuese de otro tipo.
El explicado (gato didáctico)
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Última edición por DoctorSlump o Ven, 22 Mai 2020, 14:51; editado 1 vez