Lun, 25 Mai 2015, 23:19
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Primer año del gato. Día 322. (24 de mayo)
Tiene que ser algún atavismo, un retorno a los días de cazador, el arte de ocultarse y camuflarse, la artimaña en la jungla: es salir del asfalto y empezar a mentir, qué cosa anormal. Pues nada, yo me apunté a un cross y de nuevo me llevaron engañado a un trail. Como ya en directo me oyeron y sufrieron los compañeros, que además se empeñan en justificar lo injustificable, no diré mucho más aquí.
Fuimos a Boiro y nos encontramos con bastantes conocidos, venían contándome de la trampa mortal de A Peroxa y yo me iba encendiendo, después las noticias del recorrido seguían alegrándome la previa, que si las zapatillas de monte, que si una roca en medio del camino, que si los resbalones, que si las subidas imposibles. Y eso que desde la organización todavía me aseguraban que sólo había unas pocas cuestas cortas, explosivas y rápidas. Pues bueno. Ya con el calentón que llevaba por dentro no consideré necesario ni trotar. Mi Forerunner 305 estaba extraviado temporalmente en el embalaje y Nando me prestó un Garmin 301; se lo agradecí pero únicamente sirvió para el pitorreo general, una mezcla entre tensiómetro, pistola de Espacio 1999 y TomTom que le habría encantado a mi colega el Doctor Who (el original, el de la bufanda y las patillas, por supuesto).
Arrancamos y salí con bastante ligereza y dejé atrás a Papa-Léguas, pese a toda la semana parado y los excesos de estos días me notaba fuerte. Pero en la primera bajada me pasa Nando, suelta una bravuconada sobre que éste es su terreno y me va a machacar, se cree que todo el monte es ultraorégano, lo adelanto en cuanto el terreno se empina y ya no me verá más. Con cautela aunque a buen ritmo, y al poco ya tengo que pararme por un paso estrecho y me escuchan, vaya si me escuchan, pero es tan breve la pausa que finjo que no ha ocurrido. Al rato segundo frenazo, como no soy el único que no está contento me suelto y rajo lo mío, pero sigo. Todavía podemos salvar el día. Trepo por esas laderas y tomo nota mental para buscar "explosivas" en el DRAE. El reloj pierde el satélite cada dos por tres y cuando vuelve en sí dice que voy escalando a 3'10", fenomenal. Una chica me da un codazo, el de delante resbala y tengo que sostenerlo por el culo y empujarle. Me voy rascando con los tojos y con bastante precaución al pisar. Un par de amagos de esguince. Y entonces llegamos a un pedrusco gigantesco que hay que superar sin piolets. La concha de la lora, grito, si tenéis conocidos uruguayos o argentinos sabréis qué significa. Me cisco en todo, y veo que en lo alto de la roca hay un rollo de papel higiénico, ¿es un mensaje irónico? Un compañero se cae de bruces, me intereso por él, no es nada grave, un trail sin golpes y lesionados es una mierda, es como una boda dothraki sin muertos. Pese a mi cabreo no voy mal, intento seguir a la tercera mujer pero tampoco voy tan bien, se escapa con facilidad. Se forma un grupito y me van informando de los kilómetros, que voy perdido, y por cierto el que va en cabeza se extravía un par de veces, y en un momento dado en un cruce con tres direcciones seguimos recto: error. Desandamos y vamos a la izquierda hasta que damos con una carretera: error. Voces, era a la derecha, claro, se non é boi é vaca, a desandar lo desandado, y cuando llego al punto inicial veo a Papa-Léguas que no ha desperdiciado el tiempo y ahora me supera. Parece un episodio de los Autos Locos. Voy fuerte, insisto, y por tanto insisto y recupero el terreno y me pongo delante de nuevo, me dice: sabía que estabas perdido pero no derrotado, me da que ya va escribiendo la crónica mentalmente y buscando frases lapidarias. Tropiezo, el que me sigue me da consejos, que levante los pies, toda la vida pisando bajo para proteger las rodillas y ahora a cambiar la zancada para proteger los dientes. Resbalo en unos escalones. Y vienen cuestas, no son cortafuegos pero son muy duras y largas y ya no puedo más, tengo que caminar, ahora ya sí derrotado por el circuito, por el trail de las narices que me han vendido como cross, y camino varias veces más antes de la meta, ya no hay orgullo que salvar. Acelero para acabar y entrar con los brazos en alto para salir bien en el vídeo de matogrosso, y me quedo a esperar a los archis, todos por detrás de mí. Quiero verlo así, en positivo, cuando viene uno de los galgos y me dice qué, era todo llano, ¿o no? La reconcha de la lora, lo dejo con la palabra en la boca y me alejo.
Desde la organización me saludan y ahora sí, ahora me reconocen que las subidas son fuertes y que es más bien un trail. No entiendo nada. El trato es excelente, empanada riquísima, callos, cerveza. El recorrido bonito, buen ambiente. Y Montse y María recogen medallas.
Los gemelos nos proponen ir a la playa, perfecto plan, que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor. Les seguimos y nos llevan a una que conocen y frecuentan mucho... por Internet. Preguntando a los paisanos la encontramos y es un gustazo. Meto el pie en el agua helada, oigo un chillido y veo una sombra que huye, es la fascitis que ha salido espantada del frío. Acabamos el día con una comida tardía los seis. Genial, pero estoy preocupado por la posible escasez de tartas de queso, no es la primera vez que me quedo sin ella, temo que reviente la burbuja. En casa la conexión de Jazztel estaba recuperada y con mi triste mega pude escribir estas entradas gatunas aunque con bastante retraso. Y conseguí llegar a tiempo para votar (en bañador) porque se conoce que me obliga la apostasía, no, yo tampoco lo sabía.
Un gran fin de semana.
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Última edición por DoctorSlump o Sáb, 15 Out 2016, 21:41; editado 1 vez