Dom, 21 Set 2014, 17:09
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Primer año del gato. Día 77.
Siempre fui un repunante para comer (que no es lo mismo que repugnante, aquí lo sabemos todos pero igual tengo lectores de otras latitudes y no captan el matiz de la g ausente). Había cosas que no me gustaban, otras que me negaba a probar, y otras que ya eran superiores a mí, por ejemplo, la nata de la leche. Me da arcadas hasta escribir sobre ella. Pues nada, mi madre empeñada, que apenas había en la taza, que casi no se ve, que mezclada con la galleta... Que no, que ni mucha ni poca ni cerca ni lejos, no quiero nata.
También soy un poco (menos) repunante para correr. Y con más o menos razones elijo a qué carreras voy. Yo no voy a trails. Ni suaves ni duros, ni populares ni de flipatletas, ni bonitos ni feos, no voy a trails. Anímate, que éste es muy sencillo, que se puede correr, que es rápido... ¡¡¡Leches (sin nata), que no voy a trails!!!
Madres, compañeros y organizadores: respetad mis fobias y no me engañéis, no juguéis con mis sentimientos repunantiles.
Me inscribí a la media de la Costa da Vela después de que me asegurasen que no era un trail (no llegaba ni por asomo a serlo, cito), que como mucho haría cinco minutos más que mi marca en media maratón (estupendo, pensé, si ahora estoy haciendo entre quince y veinte minutos por encima, todo es mejorar), que se podía correr todo y era rápido. Poco después ya había un tramo que malamente se podía hacer sin caminar. Ya se tardaba sobre dos horas y media. Recomendables (no obligatorias) zapatillas de trail. Vale, sí era un trail pero no extremo. No tardó en salir la mítica frase trailera: lo importante son las vistas (para eso me descargo fotos de gatos en Internet, cuando corro no veo nada y menos si voy pendiente de no partirme un tobillo). Lo último que supe es que había un tramo de piedras peligrosas y hasta ahí pude leer, como Mayra Gómez Kemp.
Hoy fue la carrera. ¿Se cumplieron mis peores temores? No, porque mi mayor temor es ser devorado por un hombre lobo. Pero en cuanto a la prueba me quedé muy corto en mi desconfianza. Ya en el minuto dos tuvimos que caminar, y a partir de ahí una pesadilla ultratrailera interminable, con rampas imposibles, toboganes continuos, bajadas técnicas (al menos para mí), trampas de arena, escaleras, rocas. Haciendo una buena carrera (175 de 262, 38 de 66 en mi categoría y por delante de muchos conocidos de mi nivel), me llevó 2:20', 42 (cuarenta y dos) minutos por encima de mi marca y por el momento el mayor tiempo que he estado corriendo (y caminando)
Esto no es una cuestión de apreciación, de depender del estado de cada uno, de subjetividad. Esto, en mi pueblo, se llama mentir. Y hoy (como todos, por las conversaciones, aunque a muchos no les importe porque no son antis como yo) he ido engañado y he participado en una carrera que no quería ni debía hacer y ya veré el precio que pago. Mientras, otros compañeros se han quedado fuera por plazas, gente que iba a apreciarla más que yo (no es difícil).
Ésta es la versión escrita; la oral estaba llena de imprecaciones, coprolalia y sugerencias de dónde podían meterse las vistas (que eran de categoría).
Ahora bien: como trail del demonio estuvo fenomenalmente organizado y nos trataron de maravilla, ni la menor pega. Pero es como si el verdugo es delicado y atento y te pone un cojín para no rozarte el cuello antes de bajar el hacha.
Parte de daños: los gemelos, normal, una uña, reincidente. Las rodillas están en estado de shock y ya ni me duelen, no se atreven depués de lo de hoy. Como tener un resfriado y que te atropelle un autobús, mano de santo. Esperemos a mañana a ver qué tienen que decir.
Tras las charlas con correlegas, el baño en la playa (éste sí parece ser el último del verano), el superavituallamiento en meta, las cañas en Cangas, ver satisfecho la clasificación... regresé a casa bastante contento. Pero eso no se hace y no me pilláis en otra. Digo.
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Última edición por DoctorSlump o Dom, 17 Mai 2015, 22:47; editado 1 vez