Foros ›
El diario gatuno de Slump (2014-2021)
Foros de debate / Diarios de adestramento
Respostar ao tema

Autor
Mensaxe
Andrés61

Maratoniano
Maratoniano
25/08/12
0 Carreiras
1878 Mensaxes

Respostar citando Envío Sáb, 28 Out 2017, 14:08
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Por no hablar de las cervezas... Este hombre tiene todos los vicios... Disimulando
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 01 Nov 2017, 2:54
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 115. (29 de octubre)

Y con ésta van nueve Pedestres, la que más veces he hecho, y siempre disfrutando muchísimo. Sin embargo a mi alrededor los infatigables plañideros lloran por el guardarropa, la camiseta, el sexismo, los patrocinadores, las medallas. Lo hacen en la cena del sábado, en el desayuno por la mañana, al acabar en el Obradoiro, en la comida del domingo. Discutiendo por tener que pagar cinco euros por correr mientras tomamos un gin tonic que cuesta seis y medio. Algún día perderemos esta carrera, como hemos perdido otras, y entonces sí que nos lamentaremos de verdad.

Quejarse es parte de la afición nuestra. Pero que no os engañen las voces airadas con que espantábamos a otras mesas, el fin de semana fue muy agradable. De abundancia social y de recogimiento, alojados de rodríguez en una casa de retiro espiritual reconvertida en coqueta hospedería, con un crucifijo en la pared que no sangró por aceptar a un apóstata ni vicecersa. Dormí como un bendito laico pese a los intentos de Moncho de impedirlo.

En el café con leche y pan tierno una pareja en ropa deportiva entró en el salón. Él era un señor de Murcia pero ella no era Ninette y se notaba; la dejé despotricando de la prueba a priori. Nos acercamos a Xoán XXIII y fuimos saludando a los habituales, y charlando me arrastraron a la fotoquedada contra mi voluntad, que es débil. Ya puestos a ponernos ocupé el centro de la imagen, dadme un punto de apoyo y moveré a BaoEs.

Pollastre se ofreció a rodar conmigo y desconvalecer juntos nuestras convalescencias. Le tengo respeto. No el debido respeto, que también, sino el otro: desde que en A Coruña me contó de sus marcas no me veo capaz de seguirle.

- Pero si tú ya le has ganado.
- Le ganaba porque no sabía que era imposible.

Arrancamos, por tanto, con calma, aunque incluso ese ritmo tranquilo (sobre cinco min/km en ascenso) ya era exigente para mí y aburrido para él, que rodaba un par de metros delante y se giraba buscándome. El Garmin decidió no trabajar o quizás permanecía en la hora antigua, el caso es que hasta avanzado el kilómetro dos no se encendió y tuve que ir a ciegas.

Subidas, subidas, subidas. Cuestas que no son famosas como Vite pero que serían puertos de primera de no estar a la sombra de aquélla. Alcanzamos a Andrés e Isaías, todos los demás conocidos estaban muy lejos: Matogrosso, Papa-Léguas, Moncho, Basi, Amina, ese mozo delgado que salió de dentro del cuerpo de Homedenejro, los chicos de Where is the Chandal?, los Tortujas... PequeñaCriatura se rezagaba un poco. No me importaba. Estaría feliz de acabar una carrera después de cuarenta días (con sus noches) de travesía por el desierto.

Y cuando comenzamos la verdadera Vite, Pollastre se desentendió y despegó, por estirar las piernas y por prevenir la tortícolis. Fui a duras penas moviendo los pies, forzando la fase aérea como un marchador invertido, a punto de echarme a andar. A punto, nada más. Y de pronto habíamos llegado al alto. Y al falso llano que es la continuación, tan aliviador por contraste que parece un descenso. Estaba salvado.

De ahí a meta me relajé, metí velocidad de crucero y bajé por el empedrado alegre de motor y ánimo. Crucé en una hora y festejé mi regreso a la normalidad con un vamoooos y una emoción que entenderán los que han pasado por lesiones. Como Cova, que me regaló un gran abrazo.

De camino al hostal me encontré con los dos levantinos agrios. ¿Qué tal ahora, a posteriori? Pues mal, la venden como popular y no lo es porque sólo sacaron la hoja con doscientos clasificados y... Los miré como a dos murcianos de "Murs attacks!" ¡Hala, a entrenar por la huerta y a beber del Segura, arreando que es gerundio!

El resto de la jornada fue en buena compañía. De la que se preocupa por mi bienestar. Además de restregarme sus tiempos, de preguntar si estoy enfermo para haber ido tan lento, de querer quitarme las cervezas, los pasteles, todo lo que es ilegal, es inmoral o engorda, de mandarme al gimnasio, de criticar la cinta del pelo..., además de eso alguno sugirió que hay que recortar los viajes. De momento me permiten conservar el gato y gracias.

Enorme la Pedestre de Santiago. En un año a por la décima.



El miércoles, Rianxo. Al trote.

Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Andrés61

Maratoniano
Maratoniano
25/08/12
0 Carreiras
1878 Mensaxes

Respostar citando Envío Mér, 01 Nov 2017, 7:09
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Ya le decían a Cesar "Cuídate de los Idos de Murcia" Disimulando
Los seguidores del gatuno nos arrogamos el derecho a decidir sobre diversas cuestiones de tu vida (atlética, personal..,). Es lo que tiene ser Patrimonio de este Foro Silbar
Siempre te quedará la Insurrección
www.youtube.com/watch?v=WZhfr7JYacc
Pd: Canción que destrozaba el guitarrista mientras te tomabas un agua tónica para hidratarte
Pollastre

Foreiro Senior
Foreiro Senior
10/01/14
16 Carreiras
508 Mensaxes
A Coruña
Respostar citando Envío Mér, 01 Nov 2017, 12:48
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Pues sí, Doctor, este fue mi primera Pedestre y me pareció espectacular, recorrido bonito y mucho ambiente. A veces tanta critica no se entiende, la verdad, aunque nadie dice que no se puedan mejorar cosas.
En Vite ya te me fuiste muy atrás y te perdí la pista entre tanta gente, pero estuvo bien, una carrera tranquila para disfrutar.
Bueno, te dejaremos la cinta en el pelo y alguna cerveza de vez en cuando. Y los viajes también, tú que puedes, pero la cuestión es turismo con carrrera o sin carrera. Si te vas a Gran Canaria, en vez de buscar alguna carrera vete en coche desde Agaete a la Aldea de San Nicolás, por ejemplo, que no he visto cosa más impresionante.
Pensando en la temporada de primavera, que se prevé intensa, quizá sea mejor recuperar bien esas dolencias. Al final todo es resultado de sobrecargas o pequeñas roturas mal curadas, que te dejan correr, a la vista está, pero que no desaparecerán si en estos momentos de bajón físico te metes la Behobia o una media maratón. Tampoco hace falta deja de correr, sólo reducir estas cosas para llegar a primavera a tope.
Ya lo dice el dicho, "soldado que huye, vale para otra guerra"
Saludos y en otra nos veremos, pero ya con la escopeta cargada y a tope
corredor101

Maratoniano
Maratoniano
7/04/08
117 Carreiras
4361 Mensaxes

Respostar citando Envío Xov, 02 Nov 2017, 18:17
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Me alegro de que hayas podido volver a cruzar la meta de una carrera.

Por lo que cuentas de los levantinos, parece que no sólo los gallegos somos unos quejicas y despotricamos sobre los más mínimos detalles de las carreras.
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 02 Nov 2017, 21:01
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 118. (1 de noviembre)

Nunca había ido a una carrera un uno de noviembre, una fecha especial como sabéis: aniversario de los fallecimientos del rey Carlos II el Hechizado y del zar Alejandro III, Día Mundial del Veganismo y cumpleaños de Isaías. Nada menos.

Consulté la previsión del tiempo para Rianxo y Google me dio precipitaciones para Rianjo. Así que salimos de El Porrito en dirección a Puentevedra. Comimos en la Taberna Vikinga en Catoira con calma (nuestra y de los camareros) y fuimos a recoger los dorsales y hacer la digestión. Terio ya estaba dándolo todo al micrófono pero con las primeras aguas se nos quitaron las muchas o pocas ganas que teníamos de correr. Escondidos bajo el alero del pabellón, parecíamos atacameños que no han visto llover en cuatro siglos.

Gracias por tanto, Wikipedia.

Cuánta falta hacía, hay que llenar los embalses, etcétera. Las cuatro gotas que cayeron, aparte de molestar inoportunamente, las gasto yo en una ducha larga de las mías y en tirar de la cisterna. Por fin nos animamos a abandonar el refugio y calentar un poco y recordar las instrucciones, a saber, estar cómodo y sentir que podría ir más rápido, siempre notando que tengo una marcha más (o incluso dos en los inicios). Que traduje por acompañar a Isaías y no romperme la cabeza.

Y tal cual. Nos adelantaron muchos al comienzo hasta que nos estabilizamos en el pelotón. Fuimos juntos manteniendo el ritmo, pasó Señaris disculpándose, no era necesario, hombre, y seguimos turnándonos charcos. En unas curvas me acorralaba él contra el socavón y en otras le oía chapotear. Montse animaba desde el público, casi la única.

Se iba haciendo de noche. En cada vuelta en un repecho se quedaba el cumpleañero. En cambio bajando Todos los Santos ayudaban. Llegó Pedro Nimo a doblarnos, y el segundo, y el tercero, me dediqué a contarlos, hasta once, un equipo de fútbol al completo. Quizás tenían prisa por terminar mientras hubiera luz. El último giro lo haríamos ya en penumbra, y en el arco de meta me despedí y aumenté la velocidad.

Fui cuidando de no torcer un pie al pisar y esperé a que faltase medio kilómetro para acelerar. Quería probar que realmente tenía una marcha más, y sí que la tenía. Entré esprintando por el placer de esprintar, porque no había nadie a mi alrededor, y esa alegría me valdría la reprimenda del entrenador. Nunca acierto con él.

El miércoles acabó con gin tonics y tarta sorpresa y risas. Y que llueva, que todavía no llueve sobre mojado y no voy a renunciar a mis duchas. Ni a la cisterna.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Última edición por DoctorSlump o Mér, 08 Nov 2017, 13:19; editado 1 vez
Pollastre

Foreiro Senior
Foreiro Senior
10/01/14
16 Carreiras
508 Mensaxes
A Coruña
Respostar citando Envío Ven, 03 Nov 2017, 17:08
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

DoctorSlump escribió:
Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 118. (1 de noviembre)

El miércoles acabó con gin tonics y tarta sorpresa y risas. Y que llueva, que todavía no llueve sobre mojado y no voy a renunciar a mis duchas. Ni a lo otro.

Vale Doctor, no te me enfades, que aquí el único interés es que llegues bien a Nueva York Angel , no vaya a ser, pero cada maestrilo tiene su librillo y todo esto es para pasarlo bien y participar en las carreras que le apetezca a cada cual. Hasta ahí podíamos llegar.
Lo otro si quieres lo olvidas, pero lo de Agaete acuérdate, que si te aburres de playa es una opción diferente
Saludos
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 08 Nov 2017, 22:28
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 122. (5 de noviembre)

Van pasando cosas y cuando las cuento en el diario ya son noticias antiguas y superadas, informadas y contrainformadas por whatsapp o email a los más interesados y de viva voz a Montse. ¡Agilidad, inmediatez, vértigo digital! Tengo el gatuno obsoleto, como la prensa en papel que se ha quedado para envolver el pescado y para que mi padre cubra el crucigrama en el periódico de la cafetería y lo devuelva pintarrajeado. Privilegios de la edad. Pero a mí me gusta leerla. Sobre todo sentado en el cuartito de pensar.

El miércoles en Rianxo había notado una molestia tibia en la ídem tirando hacia arriba, y no le di importancia porque estaba centrado en las otras lesiones, la del bíceps femoral y la del peroneo. Siempre en la pierna derecha. Estoy cargando mucho el juego por esa banda por la ausencia de Neymar.

Desde entonces ése ha sido el nuevo frente de batalla: un dolor en la cara interna de la rodilla, un pinchazo al trotar y también al tacto. En la zona de alerta máxima por mi historial. La palabra prohibida es edema óseo. Bueno, dos palabras. Si las pronuncias tres veces viene el hombre del saco y os juro que abandono esto.

Así de preapocalíptica fue la semana, vigilante, pesimista, de descanso pero no descansada. Fijé una cita con el fisio para el lunes. Y llegó el sábado y nos acercamos a Oporto.

En su momento los Tortujas, que son más bien hogareños, habían prometido un desembarco filipídico en el Douro; encantado y sorprendido, me uniría un trecho en la aventura. Bah. La aventura resultó descafeinada en lo deportivo y en la convivencia. Sólo Gus se atrevió a correr (sin haberla preparado), sólo Juan y yo dormimos allí. El caparazón tiene razones que la razón no entiende.

No puedo decir que mi relación con Portugal sea de amor y odio, no alcanza tales extremos. Ahora que, como decía Rick en "Casablanca", si alguna vez pensara en ellos, probablemente... Ni la feria tenía gracia ni era bonita la parte de Matosinhos donde nos alojamos ni se veía el menor ambiente la víspera ni encontramos siquiera los arcos o las vallas al pasear de noche. Un maratón fantasma, chernobyliano. No será aquí donde gaste una de las pocas balas de cartílago que me resten para esta distancia.

El domingo desayunamos y fuimos en busca de la salida. En total éramos unos siete u ocho mil personas y aquello ya parecía por fin una carrera. El que no parecía un corredor era yo. Culpemos al colchón, la edad, la astenia otoñal. Dimos con Gus y la familia, entregamos la mochila, sacamos una foto, usamos el baño, llegamos tarde y nos colocamos casi los últimos. Cuando la tuya es la prueba corta y no te enfrentas al gran reto, puedes relajarte y asistir al nerviosismo de los demás con mirada de turista.

Pero arrancamos y ya con la zancada inicial supe que iba a ser una mañana dura. Dolía la rodilla, pisaba mal, y sin embargo no era lo más grave. De repente sentí dos puñales clavados en los glúteos, una sierra rebanando la espalda, martillazos en los cuádriceps, unas trepanadoras perforaban el psoas en ambos lados. Exagerando lo justo. Cada paso era una tortura. Quien jugaba al vudú con mi muñeco no se andaba con sutilezas.

Sufriendo, sufriendo, sufriendo, intenté seguir a los compañeros. Si lo conseguía era porque no podían avanzar fácilmente en la multitud. Pronto Gus halló un hueco y se marchó, ¡suerte con tus primeros cuarenta y dos kilómetros!, y nosotros pusimos un ritmo lento para nuestros quince, Juan por no tener prisa y yo por no ser capaz de más. Una pierna adelante (dolor), la otra pierna (dolor), vamos con ésta (dolor), mueve la izquierda (dolor)...

Una pesadilla. ¿Esto es lo que me espera en el futuro?, me pregunté. Había tocado fondo.

Enemistado con el mundo, con el público que no animaba, con el calor, con los adoquines. Fuimos avanzando. Gritando, gimiendo, vamos, venga, joder, va, aguanta. Siempre detrás de Juan. Muy despacio. Y en el tercio final decidí cambiar la velocidad por probar, ¿qué podía empeorar?, y metimos un par de marchas más. Eso alivió algo el tormento, y la cercanía de la meta, los cadáveres que recogíamos y la lucha por no perder contacto, el orgullo de resistir, todo ayudó para terminar con un mínimo de alegría. De alegría furiosa. De rabia. Levanté el puño.

La rodilla estaba bien. Empequeñecida por el resto de los males del cuerpo, estaba asustada y callada. Hay una jerarquía en los suplicios. Uno no se queja de un padrastro del dedo cuando una tapa de un piano le acaba de aplastar los testículos.

El resto del día se fue en negociar con las articulaciones, que se portaban como si hubiera corrido efectivamente el maratón, en animar a los que sí lo estaban haciendo, y en una comida tardía con el grupo de Atenas. Unos campeones. Y en autocompadecerme. No me merezco estos calvarios.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Última edición por DoctorSlump o Dom, 05 Xul 2020, 20:14; editado 1 vez
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Mér, 08 Nov 2017, 23:25
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 123. (6 de noviembre)

¿Entonces cómo está esa pierna? Deja la pierna de momento, mira todo lo demás desde el pulgar hasta la coronilla. Y el fisio me observa y para verme derecho tiene que girar la cabeza, como cuando te colocas frente a un cuadro que cuelga torcido en la pared. Inclínate..., uf, qué rígido..., gírate..., qué bloqueado... Crujido por aquí, crujido por allí, y ya atesoro un nuevo término para la colección de defectos: torsión. Una torsión hacia adelante en el ilíaco derecho, una torsión hacia atrás en el ilíaco izquierdo, y todo lo del medio, pobre, a intentar compensar como buenamente pudo, que pudo poco.

Estoy mucho mejor, gracias.

¿Y lo otro? Pues a falta de pruebas más concluyentes, el diagnóstico apuesta por inflamación en la pata de ganso. La de porquerías que hay en el cuerpo humano y lo malo que es de limpiar. No sé qué clase de diseño es ése en el que confluyen el músculo semitendinoso, el sartorio y el recto interno en un lateral de la rodilla. Desenrédalos tú ahora. ¿Qué cable corto para desactivar la bomba, el verde o el rojo?

Tras los masajes, ejercicios y recomendaciones me he quedado más tranquilo, hasta que he buscado en google cómo estirar la pata y he dado con páginas inquietantes.

Esa misma noche salí a hacer un rodaje consensuado. La molestia sigue ahí pero es soportable. No es agradable, desde luego, ni tengo claro dónde situar el límite entre lo relativamente normal y lo patológico. Por precaución corrí sólo tres kilómetros. ¿Voy bien, voy mal? Y la Behobia es este domingo.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 09 Nov 2017, 12:52
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 124. (7 de noviembre)

Tercer día consecutivo de carrera. Así trato la lesión, como en "Mad Max": dos entran, uno sale. O ella o yo.

No, qué va, sigo instrucciones. El problema es que estoy en medio de dos corrientes de pensamiento: una recomienda reposo, la otra regularidad para mantener tono. El fisioterapeuta está preocupado por mi rodilla, el entrenador por la falta de rodaje para la Behobia. Y yo, que me aventuro a solas de noche por el rural, estoy preocupado por los perros. Tan buenos, tan amigos del hombre, tan juguetones, tan fieles, tan hambrientos.

Hay demasiados perros en este país. Mucho perro suelto, mucha perra suelta, mucho hijo de perra suelto.

Fueron cinco kilómetros por Cda, vigilando el pinchazo en la pata de ganso, confiando en que sea eso y no algo peor. Comparando el antes, el durante y el después. Corro con dolor, pero no es un dolor incapacitante. Aunque ello no lo convierte en capacitante, recapacito (quiero desnudarte a besos, recapacito).

Y, continuando con la teoría de los daños reemplazantes y la tapa del piano, al llegar a casa y estirar y desperezarme se me contracturaron el cuello y la espalda a lo bestia, quedé inmovilizado y sólo alcancé a abrir con los dientes la caja de ibuprofenos y drogarme. Olvidada la rodilla pero impedido para el menor gesto, tiemblo al imaginarme qué vendrá a sustituir a esto.

Vaya añito que llevo.

Yo creo que fue un mal frío por andar entre corrientes, como decía.



Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
PequeñaCriatura

Foreiro Senior
Foreiro Senior
28/10/12
0 Carreiras
975 Mensaxes
Ferrol
Respostar citando Envío Xov, 09 Nov 2017, 14:09
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Pues mira cómo tienes de retrasado el gatuno, que entré hoy (después de varios intentos), que parecía que el foro sí que había estirado la pata Pensando , y leí la última entrada...¿quién iba a pensar que había dos más antes? (obviamente, yo no). Disimulando

Y he ido de la última a la antepenúltima, y de última la del medio, que me pasaba desapercibida entre tanta literatura. Dame veneno que quiero morir...

Ay, qué mareo, y solo leo quejas, vida perra...porque los gatos viven mejor, y se quejan menos, y además se estiran y no rompen. Mr. Green

Y por el medio recapacitas y ya parece que leo 50 sombras de Grey, y me acuerdo del trailer que he visto esta mañana, a ver si de aquí a Febrero, me acuerdo de ver la película, ya que no vi la primera.

Tienes un diario de película de terror chiquillo, pero ¡ánimo!

Todo llega y todo pasa. Lo malo también. Guiño

Te dejo un mapa con las corrientes de aire... ya ves que aquí solo nos dominan dos, y hay uno que es gallego y regañón...como dice el refrán, del aire regañón, ni agua ni sol, ni abrigo en ningún rincón. De ese habrá que cuidarse.



¡Ah! Y suerte para la Behobia este Domingo. Por lo menos sé que lo pasarás bien.
freakyrunning

Maratoniano
Maratoniano
14/10/13
0 Carreiras
4268 Mensaxes

Respostar citando Envío Xov, 09 Nov 2017, 15:57
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Si eres versado en la materia recordarás como acabó Mad Max, con un tiro en la pierna y atropellado por la moto del Cortauñas. Aunque al cabrón (al menos en la de la cúpula del trueno) se le veía recuperado como para ir corriendo a través del desierto (mira que es mala).

Tú eres como Rockatansky: mal actor, persistente y difícil de conformar.

Ánimo en la Behobia.
Papa-Léguas

Super Veterano
Super Veterano
14/10/11
0 Carreiras
2613 Mensaxes
Sparkland
Respostar citando Envío Xov, 09 Nov 2017, 18:11
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Si ya lo decía mi abuela, el running momifica.
Híncate un vaso de nocilla de penalti y deja el ibuprofeno para cuando la tapa del piano te aplaste el órgano. Mr. Green

P.D.: Magníficos gatunos Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso Aplauso

Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
498 Carreiras
5895 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Ven, 17 Nov 2017, 1:40
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Cuaderno de bitácora. Cuarto año del gato. Día 129. (12 de noviembre)

He visto cómo te miran y yo te miro mejor.

Según Laurence Sterne, la mejor manera de empezar una crónica es escribir la primera frase confiando en Dios Todopoderoso para poder escribir la segunda.

Porque... ¿qué me queda nuevo por contar de la Behobia después de siete ediciones? Y el siete en este caso no es número cabalístico sino sólo el que precede al ocho: ya está apuntada en el calendario de gatitos la próxima visita a Donostia dentro de doce meses. Como los niños que no se cansan de escuchar una y otra vez el mismo relato, yo tampoco me aburro de ir cada noviembre. No se ha perdido la magia, no me he desenamorado.

Nada nuevo pero siempre con novedades, con compañeros de estreno que vienen a comprobar en persona si es tan fiero el león. Repetimos coche con Juan y Lihto, y en Donostia nos citamos con Amina, Jose, Canido y Rubén. Cambiamos de pensión, se trasladó la feria de Anoeta al Kursaal y olvidamos las empanadillas. Por lo demás mantuvimos costumbres, reencuentros, horarios, paseos por la Concha, pintxos por la Parte Vieja y hasta el mismo restaurante el sábado. Subimos al Monte Igeldo, sacamos fotos y vigilamos el cielo, que la lluvia norteña es fría e incómoda y me preocupaba la impresión que se llevarían los debutantes. Sé lo que pensáis y es cierto: soy majo.

Y entre las conversaciones normales y recurrentes en los bares (dónde acaba el ibuprofeno y empieza la droga, si los perros no me gustan únicamente porque muerden, ladran, amenazan y persiguen o tengo alguna razón válida, si créeis que “Dirty Dancing” es una película romántica o softcore) nacían los inevitables piques en víspera de carrera, que en función de los zuritos consumidos eran suaves (por ser festiva) o enconados (por elegir el cajón inicial con o sin archirrivales).

Descarté mi dorsal rojo y opté por el azul, que es menos de lo que merecí en el pasado pero más de lo que alcanzo en el presente, para ir con Juan y Montse. Y por hacer de guía, si por guía entendemos payaso, fui a un bazar a comprar unos globos. Los de helio no por ser dopaje tecnológico, otros por muy grandes, y entonces encontré una bolsa con el número siete impreso, éstos serán, siete como mis participaciones, y las chicas hicieron ooooh qué bonito, era una de esas raras ocasiones en que sin querer resplandezco como un gusiluz. Montse, Maitane y Laura me pusieron ojitos, hasta la china de la tienda puso ojitos, si bien los suyos era rasgados e indescifrables.

Y ale hop, ya es domingo en Irún (o abrevio así o nos dan las uvas). Desayunados, transportados en tren, vestidos con nuestros plásticos impermeables de colores, el grupo reunido. Si huele a Reflex, soy yo. El día estaba fresco, recién horneado, perfecto para correr y para disfrutar. Nos acercamos a la salida y aplaudimos, saltamos, bailamos desde los Ramones hasta Luis Fonsi, que es pasar del hey-ho al dee-wye. Y con los globos en las orejas capté la atención de un cámara y me entrevistaron junto al arco. Arbeloa y Xabi Alonso palidecían de rabia a unos metros.

Fueron partiendo los de las sillas de ruedas, los patinadores, la élite. Álex Otero, Roberto, el morañés Manolo, y a su debida hora Jose, Lihto y Amina, emocionada. Y sentí envidia porque aquélla era su primera Behobia. Lau, hiru, bi, bat. ¡Suerteeee! Al rato fue nuestro turno. El cajón azul lo encabezaba María brincando, siempre sonriente, y nos unimos a ella. ¡Vamos, vamos! Eran cerca de las once y arrancábamos.

La carrera, ay, se convirtió pronto en una batalla entre las fuerzas de la luz y la oscuridad, las endorfinas y el cortisol, el goce y el sufrimiento. Iba feliz, devolviendo palmas, tan contento de estar otro año más por esas carreteras, recibiendo el calor del público, y al mismo tiempo no podía ignorar el dolor que irradiaba de la espalda al sacro y que hacía penosa cada zancada. Pero los niños se reían al verme, todos me llamaban por el nombre, y no hay achaque que pueda con miles de personas animándote, gritándote aúpa Dani, no hay condromalacia que no se olvide cuando una joven te suelta un ¡pero qué salao que eres!, cuando te tratan como a una estrella y te lo crees porque transmiten amor.

Ventas, Gaintxurizketa, el pirata y su familia, y ya habíamos llegado al kilómetro diez. Tan fácil es correr aquí. No importan las cuestas, no importan las molestias. Triunfando con los globos, qué tontería, qué bien. Qué buen humor, me dicen, y uno me da la enhorabuena por el cumpleaños y otro me pregunta si he tenido gemelos. Y para entonces ya sé que voy a conseguir terminar, que las dudas y los problemas de estas semanas han quedado atrás, o quizás me aguardan más tarde, lo que es seguro es que no me van a impedir completar esta Behobia. Tengo un acuerdo con los espectadores. Yo no soy yo y mis circunstancias, aquí yo soy ellos.

En Errenteria me elevé. Fui flotando, sin pisar el suelo, ingrávido, como en un sueño. Cuando desperté, el dinosaurio todavía estaba allí, pero Juan no. Al girar la cabeza sólo veía los plásticos hinchados de aire, plop, plop, amarillo el de la derecha, rosa el de la izquierda, y el número en ellos agitándose. Ya me alcanzará, supuse. Y en Capuchinos, con la gente empujándonos para que no decayéramos en el repecho, vamos Dani, aúpa Dani, vamos valiente, me atraganté y subí llorando y adelantando con mis globos de siete leguas.

No me preocupaba de ritmos o marcas, sólo de aprovechar, de festejar, de corresponder. La carretera se movía bajo mis pies casi por voluntad propia. Se notaba ya la presencia de Miracruz, y ese puerto es especial pues me esperan arriba con un abrazo y un ¡hasta dentro de un año! Volveré.

Después ya es bajar, y es el peor tramo. Es donde todos los dolores reprimidos salen de golpe a saludar. Hasta que cambio el paso y lo alargo, comienzo a correr de verdad, activamente, y me alivia. Y hago los dos últimos kilómetros aplaudiendo y siendo aplaudido, saboreando el Boulevard. Gritando. La meta se esconde tras tanto arco, finalmente surge y la cruzo con los brazos alzados. Con un nudo en la garganta, muy feliz. Se me nota en la cara, y otro periodista me fotografía y hace una segunda entrevista para El Diario Vasco. Estamos hablando y aparece Montse, fantástica, y Juan, tocado.

Nos reunimos con los demás: sonrisas y más sonrisas. También volverán.

Alguien que te quiere es alguien que te abraza aunque estés sudando.

Decía Macbeth: la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada. Pero Andrés Montes nos prometía que la vida puede ser maravillosa. La vida está hecha de momentos. Y entre los míos, entre los momentos que me llevaré, estarán todas las veces que he venido a la Behobia.











Ocho Behobias vascas, pronto en sus cines.

Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Meigalicix

Experto no foro
Experto no foro
19/02/12
59 Carreiras
3257 Mensaxes
Vigo
Respostar citando Envío Ven, 17 Nov 2017, 6:45
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

Imposible non flotar en Errentería.
Que o bálsamo de endorfinas acumulado siga surtindo efecto





Podes publicar novos temas
Non podes responder a temas
Non podes editar as túas mensaxes
Non podes borrar as túas mensaxes
Non podes votar nas enquisas
Non podes adxuntar arquivos
Non podes descargar arquivos