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El Correo Papalegüense (edición online)
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Papa-Léguas

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Respostar citando Envío Mar, 05 Set 2017, 18:17
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Meigalicix escribió:

Que disfrutes unha longa estadía no reino da megafauna.

Me parece a mi que en la estadía en Megafauna, caso de ser tal, no iba a ir mucho más allá del buffet libre (como entrante principal).
Pero bueno, un poco de optimismo no puede hacernos tanto daño... Molón

Y a propósito, suerte con esa archirrival que te has buscado (o encontrado) por estos lares. El día del clásico (léase San Martiño) le silbaremos el himno... Silbar

Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.
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Respostar citando Envío Mar, 05 Set 2017, 18:29
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Andrés61 escribió:

Pero si somos "Una Gran Familia..."

Justamente, hasta tenemos a nuestro propio Chencho perdido, ignorando las llamadas desesperadas del foro para que comparezca, se retracte de sus fechorías, y nos devuelva la anhelada paz de espíritu...

youtu.be/OPIeY73hbIw



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Respostar citando Envío Sáb, 09 Set 2017, 9:35
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Seis días sin correr, seis.
¿Estoy por completo entregado a la molicie o será algo peor?
¿Asoma la patita por debajo de la puerta el fin del boom del running?
El fin del bum... Qué triste final, y encima sonando a estribillo de reggaetón a los micrófonos de cualquier orquesta "destrozatímpanos" de verbena veraniega.
Pozí. Las carreras cada vez con menos gente, la siguiente generación que no toma el relevo, como diciendo, "viejunos, ahí os las den todas", y los que hicimos de ellas nuestro modo de vida, a un paso de la silla de ruedas... El fin del bum.
Es evidente que necesito regresar cuanto antes a una rutina de entrenamientos como dios manda, y sacudirme esta pereza deconstructiva y nada edificante, que me atenaza.
El sueño de la razón produce monstruos.

El domingo, o sea mañana, estaré en Meaño acompañando a matogrosso. Ya hasta pierdo la noción del tiempo...
A ver si esta tarde soy capaz de obligarme a algo, y voy por lo menos con los deberes, si no hechos, al menos con los enunciados de los problemas pasados a limpio... Rezar



P.d: Obsérvese la cara de preocupación del gato (abajo a la derecha) del grabado goyesco, que un avispado lector sin duda no pasará por alto. Detalle este tal que sí de novela de misterio del mismísimo Dan Brown o Umberto Eco se tratara. Y es que estamos todos en el mismo barco...

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Respostar citando Envío Lun, 11 Set 2017, 19:43
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Sesión de entrenamiento de hoy
Tiempo: 37:17
Distancia: 5.07 kms
Durante esta semana no publicaré ningún contenido de carácter humorístico en señal de respeto a la memoria de la correlega María Ferreira fallecida el pasado sábado en accidente de bici en el Angliru.
Descanse en paz. Triste

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Respostar citando Envío Mér, 13 Set 2017, 19:07
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Guarismos de hoy:

Tiempo: 40:44.8
Distancia: 6.09 kms

Intentando ir subiendo un poco el volumen, y al mismo tiempo dejando atrás el catarro de estos días. Yo también estoy sufriendo mi peculiar temporada de huracanes.

Y ya me he inscrito a Mondariz, que creo que es muy dura, y con muchas cuestas, y además está cerca el balneario homónimo, con unas aguas de una calidad incomparable y fama mundial... Aunque yo siempre lo he tenido muy claro al respecto: El agua, para las ranas.



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Respostar citando Envío Sáb, 16 Set 2017, 22:48
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

No conocía Mondariz. No conocía el pueblo, no conocía la carrera, y no… ¡Que no me toquen el running!, mi running, mi tesoooro… Que si no tampoco me conozco a mí mismo.

Pues bien me sorprendió la cosa. Digamos que fui de sorpresa en sorpresa. Primero, ante la inusitada monumentalidad del balneario y todo su entorno, el cual, entornando, valga la redundancia, un poco los ojos, casi podría recordar, en la estética, a la de las facultades compostelanas.
Similitud esta, aclaro, con las antiguas, las de toda la vida. Con la diferencia, si acaso, de que mientras que en aquellas se cultiva el espíritu, aquí es más bien el cuerpo el que se pone en barbecho.

Que un “pureta” y “viejoven” como yo, desconociera estos santuarios del relax y el buen vivir, no es sin embargo casualidad. Un runner, por paquete con, o sin, pretensiones que sea, no puede concederse ni un minuto de tregua. Su ajetreada agenda de entrenos, carreras, de nuevo entrenos, y vuelta a las competiciones, en un palíndromo sin fin, “ens palindromicus”, no le permite otra vida, ni otra identidad.

Decía Sigmund Freud que el odio no es sino el deseo de destruir aquello que nos produce infelicidad, y a veces pienso que carreras como la de Mondariz, espléndida en cuanto a cuestas endemoniadas, no cumplen sino la misión de servirnos en bandeja los medios de nuestra propia autodestrucción. Pero luego miro a mi alrededor, calibro el número de locos con tendencias autolesivas que pululan por este deporte, y me digo a mí mismo: No puede ser, somos demasiados. En los manicomios del mundo no hay sitio para tanto chalado. A no ser claro, que aceptemos que el mundo en sí es un gigantesco manicomio.

Bueno, maticemos, puede que el mundo, en su conjunto, se salve de la quema, pero no nuestro mundillo.
No, Kratos, nuestro mundillo, no. Eso caca.
Y puestos a tirar piedras sobre el propio tejado, de paso, arremeteré una vez más contra mí mismo, y diré que, como suele ser la costumbre, aproveché la ocasión para, en lugar de socializar y estrechar lazos amistosos, ahondar las archirrivalidades de turno.

Había por ahí dos o tres cabezas visibles con las que me quedaban cuentas pendientes (Torrente me debes seis mil pesetas de güisqui) y, que se me lleven los demonios ahora mismo, si no se las cobré.

Nunca se debe desperdiciar la ocasión de rematar en el suelo y a patadas a un archi que expone partes blandas en señal de sumisión. No señora.

Con todo, ¿De qué me sirve a mí presumir de justiciero de las honrillas, de cazador de nazis de la autoestima?, cuando mi actuación, una vez más, solo se puede analizar bajo la lupa de lo intrascendente, de lo fútil, de lo inane...

De hecho no he mirado aún los resultados, no he tenido fuerzas para ello, pero todo parece apuntar a que he entregado la vitola de conejo, para caer de nuevo en el pozo sin fondo de la categoría “hámster”.

Y quizás mi único consuelo sea ahora el de que, todos estos esfuerzos rompepiernas, aún baldíos en el corto plazo, me coloquen en disposición de revalidar mis aspiraciones cuniculturales en la carrera del circuito C*OU, la del Puente, donde sin duda me veré obligado a dar el “do” de pecho.

Puede que sea mi sino. La pescadilla que se muerde la cola. Encadenar palíndromos. Dábale arroz a la zorra el abad… Pero, ¿se puede ser tan tonto, el abad este?

Resumiendo: Imposible encontrarle el sentido a nuestras majaderías.

Afortunadamente, quiero creer, no soy el más “pirado” de entre los que sacuden este foro con sus patológicas exhibiciones de egocentrismo y gañanería.

Como dicen por ahí. Un tonto encuentra un camino, el camino se acaba, y el tonto sigue. Mantra que todo buen troll debe conocer y aplicar escrupulosamente.

Pues nada más. Proseguiremos en ello, en nuestras batallitas de baja intensidad, con tranquilidad y buenos alimentos. Que por de pronto, ya hemos tomado, a pie de meta, las aguas de Mondariz, las mejores del mundo según el Instituto de la Calidad y el Sabor de Bruselas. Bien envasaditas, eso sí, como siempre, en su aséptico y anodino botellín de polietileno.

Desconocemos si el tal instituto se pronunciará algún día a favor o en contra de las catas de aguas, al golpe de bufido y atragantón, en los avituallamientos de tránsito y patada a seguir.



Así habló el Ciripolen (Also sprach Zhiripolen):
Distancia: 6.52 kms.
Tiempo: 34:33.

Salud (y enhorabuena a todos los premiados).

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Respostar citando Envío Ven, 22 Set 2017, 18:59
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

No es costumbre que yo haga una crónica de un entreno a título póstumo, con el cadáver de este, dos días ya, y con sus noches, sobre la mesa del forense. Dicen no obstante que el ser humano es un animal carroñero, y, a pesar de ello, el que no la quiera leer, siempre puede, a un golpe de clic de ratón, saltar a una página web más frescachona, jugosa y alimenticia. Las nunca justamente apreciadas, ni reconocidas, ventajas de internet.

Fue el miércoles. Necesitaba preparar la carrera del puente como es debido, toda una oposición a Notarías para mi estado de forma actual, y me lancé a por la intemerata. Once Kilómetros, once. Tan once, que “ciego” de pasión los hice, del primero al último. De pasión, muerte y, a duras penas, resurrección al tercer día, hoy (segundo, si le aplicamos la tarifa reducida).

Es malo, muy malo, el running, con aquellos, sus hijos pródigos, que abandonan la casa paternal, exigen su parte de la herencia, y la malgastan llevando una vida de perdición, molicie y, en general, abandonada a los placeres mundanos. Si, de hecho, el running, el padre running, va a matar al becerro gordo, no es para hacerte una fiesta de reencuentro y bienvenida, sino porque eso es en lo que te has convertido tú: En el becerro gordo.

Por ello la necesidad de los 11 kilómetros. Tenía que dar un puñetazo encima de la mesa, y al final casi me lo propino a mí mismo en toda la testuz.

Me daba en la pituitaria, cierto es, que el abuso de endorfinas, después de tantos días de vino y rosas veraniegas (esto último entrecomillado, y con mucha licencia poética de por medio), podría tener consecuencias fatales, como así ha sido. De hecho he pasado dos días perjurando, y abjurando, de este deporte. Deporte ruin, descastado y cicatero donde los haya (dicho con la boca pequeña, pero, ea!, dicho).

No hay si bien, mal que cien años dure, ni agujetas que finalmente no den su brazo a torcer, después de haberme retorcido de dolor, bien que sí y a gusto, ellas a mí mis pobres piernas.

Es lo malo de haberse aficionado a ser “conejo” en las carreras del circuito. El llamado soberanismo conejil, con poco o ningún fundamento legal, y menos aún futuro, pero que a cansinismo no le gana nadie. Porque, quede claro aquí y ahora, y en Lima, que no renuncio a mi lucha por escindirme de una vez por todas, y para siempre, de la categoría opresora, cerril y cejijunta de hámster.

Con todo, el derecho a decidir, en las carreras, (a decidir si apretar un poquito más o no en las cuestas), es un derecho muy restringido y limitante. No se puede hablar de plenas libertades ni de plenos poderes. Más bien de todo lo contrario. Pero por si acaso, en la prueba del Puente, la penúltima (como dicen los borrachos de sus consumiciones etílicas) del Circuito 2017, las cuestas, muchas y muy variopintas, están servidas. Hay, por así decirlo, campo por delante para hacer y deshacer.

De todas formas, haga lo que haga, sea o no conejo o hámster, al finalizar la carrera yo siempre me veré a mí mismo como, idénticamente, el hermano beato y cumplidor de la parábola veía al hermano derrochón y pecador de la pradera. Con el mismo enojo, desdén, suficiencia, y mala baba.
Cuanta verdad hay en eso de que no hay peor cuña que la de la misma madera.
Y es que el running, y todo lo que lo rodea, será un maná para la salud, pero para la autoestima es vitriolo.

Del Miércoles, 20-9-17,
Así habló el Ciripolen (Also sprach Zhiripolen):
Distancia: 11.46 kms
Tiempo: 01:14:20.6

He estado metafísico, mucho, en este relato del entreno, pero es que, siendo sinceros, amigos y amigas, me sentí morir en mi retorno a “las grandes boucles”.
Al menos me queda el consuelo, de que si en una de estas, casco, me espere algo mejor, el padre compasivo y misericordioso tal vez, del otro lado de la lápida. Aunque nunca se sabe… Lagarto… lagarto…



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Andrés61

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Respostar citando Envío Sáb, 23 Set 2017, 18:17
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

"Rosas Veraniegas"? Eso engorda? Pensando
Un placer volver a leerlo Maestro. Presiento que nuestros caminos se cruzaran muy pronto.
Espero que para entonces ya se encuentre en forma Guiño
Papa-Léguas

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Respostar citando Envío Sáb, 23 Set 2017, 18:58
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Por lo pronto la lucha en el Circuito ya está servida. Molón Mr. Green

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Papa-Léguas

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Respostar citando Envío Dom, 24 Set 2017, 16:04
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Pues ya está. Penúltima carrera del circuito, la del Puente, completada. Muerta y enterrada. Y desgraciadamente hemos tenido que verter lágrimas en su capilla ardiente, y es que se nos ha ensuciado la estadística. Sí, amigos, volvió el hámster. Y volvió, mucho me temo, para quedarse.

Mis conejitos, eso seguro, no llevan pilas duracell ni nada que se le aproxime...

Ya al ir de camino, notaba yo que las piernas no querían tratos conmigo, otros que no fueran de favor. Pues lo siento mucho, amiguitas, esto no es la diputación.

Calentamiento con matogrosso, empanado2, y los protocolarios saludos con BaoEs, Novoa_run, Toledano, among other sparklandish celebrities.

Todos se expresaban en un sentido parecido al mío. Estas piernas… Estos fríos renovados, que no bríos… Es la retórica habitual, ya lo sé, pero hoy, por alguna razón, entendía yo que estaba algo más justificada que otras veces.

Me entretengo un poco más de lo previsto, y casi me despisto de la salida. Yo sabía la que se me venía encima y ni miraba para el Ciripolen, aparte también de que nuestra relación atraviesa horas bajas. Cuando los malos resultados deportivos entran por la puerta, el amor con los dispositivos cronometradores sale por la ventana. Luna de hiel total.

Un “protección civil”, celoso de sus funciones, me apremia a que tome, sin más dilaciones, mi lugar en el grupo y me abandone a la protección de la manada. Sense desobediència no hi ha independència. Le doy gracias al “mosso”, al “mossalbete”, aún cuando por dentro pienso “No tinc por!”.
Suena el pistoletazo y da comienzo la primera vuelta. Tranquilidad y buenos alimentos. Hay mucha faena por delante.

Como suele ser lo suyo la gente ha salido a cuchillo. No pasa nada, repaso mentalmente mis prioridades. Las mujeres y los viejos, primero. Los primeros que tengo que dar caza, se entiende. ¿No eran las mujeres y los niños, primero? Sí, eso es en una emergencia, pero también en caso de incendio la máxima autoridad es el Jefe de Bomberos, y no como sucede aquí, que las que mandan son las ideas de bombero.

Sea como fuere, la carrera es incendiaria, y avanza descontrolada, arrasando con todo lo que se encuentra a su paso. Poco puedo hacer yo, con mis pesadas y parsimoniosas maniobras de hidroavión.

Por fortuna, a medida que transcurren las zancadas mis piernas van adquiriendo conciencia del deber, y por fin puedo empezar a cazar-recolectar unidades de combate hostiles.

En una de esas adelanto a archirrivales que no me pertenecen, y comprendo, me hago cargo, del grave daño que mi pachorra está causando al status quo, al orden constitucional, a los dioses de las pequeñas cosas, a las leyes de Anaximandro, de Kepler, y de armonía de las esferas, de la bóveda celeste.

Así las cosas, en el paso por meta, doy una vuelta de tuerca y me exijo a mí mismo recuperar algo del crédito, y del terreno, perdido. Es entonces cuando enciendo los motores auxiliares y consigo enlazar, o mejor dicho incorporarme, al grupo que configura mi ecosistema habitual.
Este es el grupo de los paquetes pundonorosos, un peldaño por debajo de los paquetes con pretensiones, pero inmediatamente por encima de los paquetes sumisos y de los desmoralizados.

La diferencia es abismal entre dichos bloques, y el salto de uno a otro requiere de colosales cantidades de energía, mucho más allá de las que aritméticamente se pudieran estimar.

De hecho, enseguida se nota cuando uno rompe la barrera sónica e ingresa en el grupo. Ya no es posible adelantar a nadie sin que ello genere tiranteces, ademanes y muecas desabridas, y ponga en marcha una maquinaria de bufidos, escupitajos, y guturalidades diversas, que bien podrían ilustrar varios tomos de una eventual Enciclopedia de Flamencología.

Es pues este como ya digo, el de los paquetes pundonorosos, un magma incandescente. Y en su seno, uno se siente como la lata de Pepsi del video ”youtubero” que alguien a mala fe, ha colocado en el recorrido del riachuelo de lava.

Acabo el segundo round con Diz, el ganador, pisándome los talones. La vida puede ser maravillosa, que decía Andrés Montes. La realidad es que me he salvado de ser doblado por el pelo de un calvo.

Empieza la tercera vuelta y última, y las aguas parecen haberse remansado, pero es una falsa impresión. Todo el mundo reserva fuerzas para la estocada final. Yo juego otro partido, y sigo pasando a corredores. Sé que en la última y definitiva cuesta, donde se hará la criba final, muchos me pasarán factura. No importa. Aquí venimos a jugar. ¿Nos arriesgamos o nos plantamos? Nos arriesgamos.

Estamos ya en los últimos compases, y aquellas jovencitas patinadoras de alegre sonrisa que nos animaban en los primeros pasos, ya solo se limitan a contemplar cariacontecidas el desfile de penitentes desencajados. O eso atino yo a pensar, puesto que entre el sudor y las fiebres terminales ya lo veo todo borroso, y ni siquiera me auxilian las fuerzas para levantar la cabeza.

Así, como yo suponía, la cuesta final se revela una gran ratonera para mí. Varios competidores me toman al asalto e imponen su ley.

En la recta final, atisbo una muchacha de piernas largas y zancada holgada. Es la presa ideal. El trofeo de caza que mi orgullo necesita. He de abatirla, verbigracia, batiéndola en la mismísima línea de meta. Entablo con ella un dogfight instantáneo y unilateral, cuya principal baza es cogerla por sorpresa. Pero de algún modo, no sé yo cómo ni por qué, los runners, todos, hemos desarrollado un sexto sentido que funciona como si tuviéramos ojos en el cogote. La muchacha se defiende sin tan siquiera hacer acuse de recibo de la amenaza. Como veis, tampoco esa pequeña satisfacción me es dada.

Cerramos con todo ello semana, mes y estación. Octubre y noviembre serán meses de grandes desafíos: La Pedestre de Santiago, la Vigo +11, el San Martiño. Meses llenos de paquetes pundonorosos con cuentas pendientes, y sangrantes, abiertas con el mundo. No puedo permitirme seguir instalado en la irregularidad.

Para entonces debo volver a ser conejo… ¡Y no cualquier conejo!



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Respostar citando Envío Dom, 24 Set 2017, 18:08
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Veña, veña, aquí te quedan un par de paquetes de kleenex, e como din na aldea dos meus pais: "vai chorar a Cangas". Facer un ritmo neto de 4:30 non me parece que quede tan mal, e seguro que máis dalgún dos teus lectores habituais che cambiaba a marca sen pensalo dúas veces. Coello, hamster, todo son bichos con pelo e non lle deas mais voltas.

Agora a manter o ritmo e o ánimo para as seguintes, que ti podes con iso e máis
Papa-Léguas

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Respostar citando Envío Mar, 26 Set 2017, 18:08
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Ayer rebuscando en las fotos de la carrera del Puente, tuve la suerte de encontrar una de esas instantáneas mágicas en las que se captan los momentos de mayor intensidad de la prueba, conmigo como protagonista, y en los que se puede apreciar la crudeza de las archirrivalidades y de los duelos de poder a poder subsecuentes.

Esos piques a cara de perro, con toda la carne puesta en el asador, las cartas encima de la mesa, y la convicción de que, como en la película de los Inmortales, solo puede quedar uno.

Unas imágenes que demostrarán que no me invento nada, y que lo que cuento en mis crónicas es, tal cual, el mero reflejo de la realidad.

Gracias al autor del trabajo fotográfico, David Martínez, de OurenseDeportivo.com.

Sin desmerecer por supuesto al de Oscarruning y Erikalfonso, excelentes también.

Pero esta, comprenderéis que para mi es muy especial. La foto soñada...




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Respostar citando Envío Mar, 26 Set 2017, 22:32
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Impresionante, Papa-Leguas!!!! E tan especial que é a foto : A corredora co dorsal 391 que che vai seguindo a estela é nada máis e nada menos que a miña archirrival, e o que aparece cortado na dereita, con gorra escura e gafas de sol detrás da muller co dorsal 89 ven sendo o correlega ouresán do que vos teño falado algunha vez (e a quen lle debo o contaxio do virus do running)... E tí aí acelerando a piques de chegar a lebre Sorriso

Vamos, a flor e nata de Sparkland nunha única instantánea. Demasiada serendipia xunta, isto debe ser un sinal do destino.

PD: Por certo, que enconxuntado che vai o Ciripolen coa cor da equipaxe deportiva, serendipia tamén ou un toque de glamour? Mr. Green Mr. Green
Andrés61

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Respostar citando Envío Mér, 27 Set 2017, 7:20
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

El Maestro no deja nada al azar Molón
Papa-Léguas

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Respostar citando Envío Mér, 27 Set 2017, 16:11
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)

Bien, veo que todo el mundo ha visto a la liebre dándome el hachazo, pero nadie (no al menos que se haya significado), al hámster (a mi siniestra) manteniéndome el golpe de riñón.
Eso es bueno, eso es que está (demasiado) bien hecho. Satisfecho
Lo de las serendipias, pareidolias y ciripolendias, lo suscribo al completo. No dejo nada al azahar...

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