Mér, 11 Abr 2018, 16:05
Asunto: Re: Diario de Freaky (Triatleta insolvente)
101: Nunca coincidimos meu. Eres como un animal mitológico cuando vienes a casa. El que tenga la suerte de ver al unicornio le tocará la lotería. El día que nos veamos no vamos a ser los de la foto de perfil, seremos unos viejales... bueno, ya lo somos.
Augusti: No tengo una buena época de nadar, pero La Solana es un puñetero oasis. La historia del lugar, el paisanaje, los usos y costumbres dan para un libro. La piscina es de 50x25 más o menos, al aire, al sol, climatizada no demasiado con agua de mar, con calles rápidas de 50 m. Lo interesante es el acceso al mar que está a 50 m. Puedes hacer natación en mar y después ducharte en agua caliente. Los orígenes de este sitio son oscuros. Algo así actualmente parece expropiable, sobretodo siendo terreno urbanísimo, pero ahí sigue, y algunos nos aprovechamos mientras dure. Que no debería durar mucho más.
Hoy repetí el circuito ciclista. 45 km desde casa, Uxes, Arteixo, Loureda, Boedo, Celas, Xira y Burgo. Muy pasado por agua. El ritmo prácticamente el mismo que el del otro día. 2:45. Bastante cómodo.
El último tramo de llegada a Coruña es la carretera de Las Jubias. Chungo. Es el tramo alternativo a la N-VI de entrada a la ciudad. Los coches van un pelín rápido, pero hay tres carriles, y en caso de percance hay como unos 5 hospitales en lo que antes llamaban la Ciudad Sanitaria. Cuando llegas a la zona más alta de Las Jubias hay un tanatorio. La anécdota de hoy es buena por las posibilidades, por la fabulación, por la paranoia-tristeza mezclada con risa que me entra cada vez que lo recuerdo. Estoy subiendo esa cuesta que coincide con el desvío al Juan Canalejo y me adelanta un audi A6, rojo, tipo coupé, del paquete, matrícula de ayer. No sé cuanto vale el trasto ese, pero más que mi casa seguro. Se cierra delante de mí en una maniobra de aproximación dudosa al tanatorio, hay unas cuantas continuas por allí y es entonces cuando me fijo. El coche tiene chófer, chófer con corbata, impecable, imperturbable, y de él se baja un señor con sotana blanca. Sale corriendo hacia el tanatorio como un super héroe. Es a fecha de hoy cuando me entero que hay curas de urgencia, curas elegantes que viajan en coches de gran cilindrada, con chófer, que entran en servicio ya de sotana, y que están más en forma que un servidor.
No hay ninguna licencia poética en lo que relato. Nunca hay licencias en mis paridas, de eso se trata. Estoy buscando en mi imaginario cerebral, rápidamente pero con meticulosidad, y sólo me sale una palabra, solo una... Berlanga.
Bendita vida.