Sáb, 24 Mar 2018, 11:11
Asunto: Re: Diario de Freaky (Triatleta insolvente)
Nando: Preciosa reflexión. Es demasiado técnica para mí, pero estoy seguro que parar no es bueno. Afectaría directamente a todas las articulaciones, seguro. Los entrenos te mantienen "cansado de hidrato", pero descansado de dolores, de estrés y de muchas otras cosas, si sabes controlarlos y los conoces (los dolores, quiero decir). Yo estoy empezando a saber entender estas cosas porque hasta ahora no me fijaba en absoluto en las lesiones y sus consecuencias a medio plazo. Nunca había medio plazo, siempre era corto plazo.
Por otra parte, lo de la ganancia de grasa no lo puedo ni pensar. Ayer comí una tira de churrasco y mi cuerpo lo nota muchísimo a esta hora de hoy.
Lo de dejar el deporte es imposible a estas alturas. Es una especie de obligación para encontrarte bien. Mi reflexión ultimamente es aplicable pero al revés, al resto de la gente. Los que hacemos deporte de siempre, al llegar a los 40 notamos un bajón tremendo. Nos hacemos conscientes de que la vejez que entra en nuestro cuerpo. Nos sentimos mal y tratamos de ponerle remedio de forma desesperada porque conocemos la sensación de estar bien, de encontrarnos bien. En ese momento vital me encuentro. Yo siempre me imagino a la gente que no practica deporte, que además lleva una alimentación radicalmente mala, y que fuman o beben habitualmente. Esta gente no puede captar el bajón de los 40, no tienen los sentidos mirando para ese asunto, están un poco ciegos. Para ellos todo es una linea descendente, pero con poca pendiente. Cuando empiezan a entender que se hacen viejos, dentro de sus malas costumbres, empiezan a toda prisa a hacer deporte, a no fumar, a no beber. No sé, desde mi punto de vista puede que sea demasiado tarde, tratar de arreglar un cuerpo maltratado con 50 tacos en vez de 40. Puede que no me explique bien, pero trato de que este mensaje le llegue a los colegas que tienen 40 y no entienden mis quejas: "Pero de que te quejas hombre...". El problema no es que yo me queje, en el fondo el problema es tuyo, si no entiendes de que me quejo. Es vital, colega.