Mar, 08 Xul 2008, 7:33
Asunto: Re: Gore-tex Vertical Series
Hola a todos!
Lo prometido es deuda y aquí paso a relataros la Gore-tex Series Grand Valira. Comienzo por el kilómetro vertical y mañana espero
tener un ratillo y describiros cómo se desarrolló la Vertical Race:
El sábado por al mañana ponemos rumbo mi novia y yo a Canillo, a donde decidimos acceder por El Pas de la Casa desde Francia.
Tras acomodarnos en el hotel me dirijo a la recogida del dorsal donde, asimismo, me obsequian con una camiseta muy chula, una bolsa y un buff. También me dan un vale para visitar el Palau de Gel, otro para la 'pasta party' de la noche y otro más para que mi novia pudiera subir en el telecabina y en el telesilla durante el transcurso de la prueba. En fin, una organización de lo más generosa.
En el hotel me encuentro con José (de Intemperie) que también va a participar.
Después de ésto nos vamos a comer a toda prisa, ya que quiero tener la digestión bien hecha antes de enfrentarme a un esfuerzo tan explosivo como es un kilómetro vertical (3.8 kms con 935 mts de desnivel positivo).
A las 16:30 publican la lista de salida. Saldrá un corredor cada 30 segundos y a mi me toca a las 18:03:30. Lo celebro, ya que aun siento que no acabo de hacer la digestión del todo. Aprovecho para ver tranquilamente la salida de las chicas y después realizar un poco de calentamiento, estiramientos e hidratarme convenientemente (hacía bastante calor).
Desde hace aproximadamente un mes el calor que hace en Barcelona me está condicionanado mucho a la hora de entrenar y, de hecho, no lo estoy haciendo con la frecuencia y la intensidad que desearía, pero bueno, este kilómetro vertical me servirá para ver hasta qué punto se ha resentido mi estado de forma.
Con objeto de realizar el control de tiempos se utiliza un chip que se lleva en la muñeca con una goma. Antes de tomar la salida debes ponerlo encima de un detector y a partir de ese momento se pone en marcha el cronómetro.
En cuanto oigo el pitido salgo escopetado para arriba. Los primeros metros son de asfalto, pero enseguida se entra en un sendero que pica para arriba a lo bestia justo por debajo de la trayectoria del telecabina. Al poco de empezar mi corazón ya va a 180 p.p.m. y no me siento cómodo. Aun estoy frío y muy revolucionado. De todos modos el tema parece que marcha ya que no me ha alcanzado ningún corredor y yo en los primeros 500 mts. ya he pasado a dos. La dureza de este tramo me parece descomunal. Imposible plantearse correr en ningún momento y a duras penas se consigue andar un poco rápido. Al cabo de media hora parece que empiezo a sentirme mejor y llevo de un modo un poco más cómodo el esfuerzo que estoy llevando a cabo. De todos modos andar rápido no es lo mío, así que me esfuerzo por hacerlo lo mejor posible y tratar de correr en los escasísimos momentos en que el perfil te lo permite.
Antes de llegar al primer avituallamiento soy alcanzado por el corredor con el dorsal 57. Va como una moto y me es imposible mantenerme a su ritmo. No le pierdo de vista en ningún momento pero me va sacando distancia a cada zancada.
A priori había planeado no pararme en ningún avituallamiento, pero el calor que hacía y la sequedad de garganta me obligaron a detenerme un momento, tras pasar de nuevo el chip por el detector, para tomarme 'un chupito' de Isostar. En este momento he subido
todo el recorrido del telecabina por la vía 'directa'.
Durante unos metros se puede correr. Después el perfil vuelve a ser muy exigente, aunque no tanto como al principio. Mientras subo escucho a mi novia que me da ánimos desde el telesilla que está a mi derecha. La verdad es que sus ánimos me sentaron de maravilla. En relativamente poco tiempo se llega al segundo de los avituallamientos, en el cual decido no parar. Continúo unos metros más y, tras dejar una pista ancha, comienza 'el infierno'. Hay que subir por un mar de piedras grandes y loscos que se mueven. No hay camino marcado, con lo cual me limito a seguir las banderas rojas manteniéndome lo más en línea recta posible. La pendiente es tan fuerte que en determinados momentos es necesario apoyar las manos en las piedras para progresar. A pesar de la pendiente me siento más cómodo que nunca y, una vez que este tramo ha finalizado y se accede al prado de la cima decido echar a correr en búsqueda de la meta. Esta última parte también es cuesta arriba y con bastante pendiente, aunque al lado de lo anterior es 'pecata minuta'. Entro en meta y enseguida me dan un papel con mis tiempos, tanto intermedios como tiempo final. Compruebo que he tardado 53 minutos 17 segundos. No me quejo en absoluto. Me reúno con mi novia y me cambio de ropa rápidamente, ya que aquí arriba hace un poco de viento y es fácil quedarse frío. tras cambiarme, charlar un poco con José (que tardó poco más de 45 minutos en hacer el recorrido) y hacernos unas fotos, nos acercamos a ver la hoja de las clasificaciones y compruebo que he quedado en el puesto 48. Mi objetivo era quedar entre los 60 primeros, así que me quedo más contento que unas pascuas.
Después bajamos en el telesilla y telecabina y tras una buena ducha nos acercamos a la entrega de trofeos (José se llevo el trofeo de primer veterano), sorteo de material y a la 'pasta party'.
Después de cenar nos dimos un paseo por Canillo que resultó de lo más agradable. La verdad es que en Andorra en verano se respira un ambiente mucho más tranquilo que en invierno. Después nos retiramos pronto a dormir, ya que al día siguiente nos esperaba otra buena paliza.
Bueno, mañana espero poder contaros cómo se desarrolló la Vertical Race del dia siguiente.
saludiño!!
trackintrails.com/