Dom, 14 Abr 2019, 16:39
Asunto: Re: C42 2019 - VIII Maratón de Coruña 14/4/19
Últimamente no me prodigo mucho en los comentarios sobre las carreras en las que participo, pero mi primera maratón, bien merecía una crónica de tocho y mocho, porque fueron muchas las cosas que sentí, sufrí, pensé.
¿Dónde empezó todo? Pues escuchando a Ángel contar su experiencia, su primera maratón, su segunda, su tercera,…fue él quien me descubrió vuestro hilo, el de la C42 y desde entonces, año tras año, os leía. A los que debutábais, a los que repetíais, pero todos con nervios, excitación, inseguridades. Es la magia de la maratón, que da igual si repites, los nervios siempre están ahí.
Esta semana previa a la C42 ha sido todo nervio, andaba aceleradísima, con mi cabeza saltando de idea a idea, de sentimiento a sentimiento, de decisión a indecisión, un remolino de sensaciones que creo que no tenía desde que leí la tesis hace ya años.
Hoy tocó madrugar, después de llevar dos días maldurmiendo por la noche, y llegar tempranito a la “zona cero”. Café de rigor con los amigos (Ángel, Oscar, Fran) en el Ártabro, el sitio de siempre. De los pocos abiertos a esas horas un domingo. Lo mejor de las carreras siempre son estos momentos, los cafés pre-carrera o las cervecitas/refresco después de terminar. Aunque estoy entretenida y riendo, desde que me desperté por la mañana, esa sensación de remolino/vacío/ciclón en el estómago no se me ha quitado de encima.
Queda media hora. Nos vamos a dejar las cosas al ropero a María Pita y nos encontramos con Roger y Rubén. Regresamos al trote en plan calentamiento. Que total, tampoco será muy necesario, tendremos 42 km para hacerlo. Última visita al baño y nos colocamos en el cajón de salida.
Sigo nerviosa, saludo a la gente casi como una autómata, mi cabeza está y no está al mismo tiempo en ese lugar. Entonces veo a Dani y me da ese abrazo regenerador que me hace soltar unas lágrimas. No son las primeras, llevo toda la semana con la emoción a flor de piel. Y después veo a Ángel, que me da otro abrazo y esos últimos consejos antes de salir.
Empezamos, voy con calma. Me he propuesto estar con el globo de 3.45. No he realizado un entrenamiento al uso para la maratón, mis tiradas largas han sido a base de trails, he estado lesionada y parada tres semanas. Iría evaluando mi situación a medida que se desarrollase la carrera.
Voy bien, maldita sea, voy demasiado bien. Me he puesto la música para desconectar, pero me doy cuenta de que me pierdo muchas cosas. Me quito los cascos y empiezo a saludar a la gente que nos anima desde los laterales. Ahí están los chicos de Marathon Running Shop, con pelucas y trompetas animando a todo el mundo. Me engancho con Vanesa y Javi, vamos más o menos al mismo ritmo. Ellos se han propuesto acercarse a un tiempo de 3.30 así que les digo que iré con ellos un rato pero que luego me descolgaré porque mi objetivo no es ese. La verdad es que nos fuimos echando risas todo el rato, hablando, ¡hasta cantando! Animando a la primera chica, a la segunda, a la tercera…vaya campeonas.
Voy mirando el recorrido del que tanto me han hablado. Las peores zonas, las más temidas: Aquarium, Casa del Agua y Oza-Mordor… Vamos a por la primera, la zona del Aquarium, y como no, viento en contra. Hago un comentario irónico: ¡cómo me gusta llevar el viento en contra cuando corro! Y unos chicos que van a nuestro lado se empiezan a reír. Enfilamos el paseo hacia la Casa del Agua, tenemos música en la zona de giro. Seguimos y vamos hacia Juana de Vega, y entonces veo a mis padres. Metí un acelerón para chocarle la mano a mi madre mientras mi padre está, móvil en mano, sacando fotos. ¿Vas bien? Me pregunta mi madre. Y yo le respondo ¡voy genial!
Llegamos al final de Juana de Vega y menudo subidón, esa curva está llenísima de gente animando. Sin darnos cuenta nos ponemos a 4.30 de ritmo, toca echar el freno. Seguimos corriendo, de nuevo los chicos de Marathon, y nuevo subidón. Un poco más adelante está Ángel, sacando fotos y animando a los maratonianos. ¿Vas bien? ¿No vas muy rápido? ¡Voy genial! Le respondo. Giro en la rotonda y enfilamos hacia Oza-Mordor. ¿Cómo será de duro? Las veces que he ido a correr por allí nunca me ha gustado nada.
Entramos en Oza, los del Club Hércules Termaria han puesto a unos kilomberos animando y a unos chicos vestidos de demonios dándonos la bienvenida “al infierno”. Vaya risas, saludos demoníacos al canto con la mano y seguimos corriendo. Lo triste de esta zona es que apenas hay gente animando…pero allí estaba Eloy, en su bici, dándonos ánimos. ¡Gracias!
Salimos de Oza, de nuevo Ángel en la salida ¿Vas bien? ¡Voy genial! Seguimos hacia los cantones, Vanesa y Javi se me han quedado atrás, empiezo a ir sola, y decido ponerme uno de los cascos que me había sacado. Pasamos por Obelisco, de nuevo subidón, gente animando y gritando tu nombre. Vuelta al edificio de correos y repetimos recorrido.
La segunda vuelta más o menos como la primera, viento en el Aquarium, gente animando en el giro hacia Juana de Vega, mis padres chocándome la mano ¿Sigues bien? ¡Voy genial! Luego veo a Dani que también me anima, ¡gracias! La curva del final de Juana de Vega, de nuevo subidón, de nuevo me pongo a 4.30 y de nuevo a echar el freno. Creo que jamás de los jamases había mirado tanto mi ritmo durante una carrera.
Veo a los chicos de Marathon, a Ángel, esta vez acompañado de Javi, a Suso que me anima. Los demonios de la entrada a Oza, los kilomberos…
Tercera y última vuelta, esta ya va costando, empiezo con molestias en el tobillo y la rodilla izquierda. Veo a mis padres en Juana de Vega, le choco la mano a mi madre y le pido que se vayan ya para meta. Llegando a la zona de la casa del mar se me une un chico, Santi, que me empieza a hablar y a tirar de mí, quizás demasiado. Paso a Susana, paso a Berit, las llevaba muy lejos desde el principio de la carrera. Ángel y Javi me animan antes de mi última entrada en Oza. Ya no hay kilomberos, tenemos un DJ (prefería a los kilomberos la verdad), pero está Suso para compensar, que me anima y hasta corre conmigo un ratito.
Llego al final de Oza, ahí están de nuevo Ángel y Javi. Ángel me dice que ya está hecho, que disfrute de los últimos 2 km. ¡¡Llevo disfrutando 40!!
Los chicos de Marathon, la gente en la Plaza de Ourense, cantón grande, Obelisco, Parrote,… veo a Dani en la curva de entrada a Puerta Real, me coge de la mano y corre unos metros conmigo. Paso los arcos, veo la meta, toca sprintar y en eso que veo a mis padres con mi hermano mi cuñada y mis dos sobrinas pequeñas. Hasta pegué un pequeño frenazo para saludarlas.
Sigo corriendo, paso el arco en 3 horas 41 minutos, me paro y me pongo a llorar. Acabo de conseguirlo, ya soy maratoniana y lo mejor de todo es que lo he disfrutado.
Cada vez que un maratoniano cuenta su historia, un corredor se decide a intentar ese reto. Espero que para el año tengamos a un/a valiente más en la línea de salida.
Hay una frase que leí un día y que a parte de ponerme los pelos de punta, me encantó:
Correr parecía de locos, 5k se veían difíciles, 10k un sueño, 21k inimaginable, 42k imposible. Imposible es una opinión que aprendí a cambiar.
Y es cierto, imposible es una opinión que he aprendido a cambiar.
Enhorabuena a todos los que habéis participado hoy y superado el reto de la maratón.
Gracias a todos los que hacéis que este hilo, que este foro, que esta web exista.
Última edición por Amina o Dom, 14 Abr 2019, 16:41; editado 1 vez