Ven, 08 Mar 2019, 0:45
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Quinto año del gato. Día 240. (3 de marzo)
Yo nunca lloro porque vivo en carnavales,
me pongo la careta y me lanzo a la calle.
(Los Delinqüentes, El aire de la calle)
Decíamos ayer...
Ya nadie corre en Carregal de Arriba. Se han llevado del porche las zapatillas de colores, y el único par que queda lo aprovechan las arañas para anidar en el alféizar. Las camisetas que antes desbordaban los cajones, hoy que son inútiles tienen sitio de sobra. La casa está dolorosamente vacía, abro armarios sin ropa y parecen bocas bostezando. La casa está también todavía dolorosamente llena de
personal bilonguis, en la nevera se estropea la leche sin lactosa que no bebo o el chocolate negro que no como. Donde éramos
nosotros ahora soy
yo.
Montse se ha ido. Por si no se entiende de qué estoy hablando.
Es tiempo de redecorar las paredes, de intentar leer por fin a James Joyce, de apuntarme a clases de italiano o francés, de comprar una furgoneta campera, de ver entera aquella serie aplazada, de aprender a tocar el ukelele, de dejarme las venas largas.
Tiempo de ponerme la careta y lanzarme a la calle. De salir de la cama y sin vestirme siquiera coger el coche y acercarme a Vigo con pijama, bata, cepillo de dientes y almohada, y hacer la prueba corta caminando. Gasto buen paso, por si hubiera de abandonar las carreras como otros abandonan la ACB o la Fórmula 1 cuando están las uvas demasiado altas.
El ambiente era como mi atuendo, hogareño y pobre, aun con el ídolo juvenil Abel Caballero animando con desgana, quizás cansado de ser él mismo siempre, tarea hercúlea, pero lo agradecí. Días vendrán, y lo que toca es resistir éstos. Tras el café y los saludos y las fotos y los calentamientos ajenos nos apiñamos cabe el Sireno y partimos, los más dando preceptivas zancadas con fase aérea, los menos de ronda.
Moviéndome rápido, por debajo de ocho min/km, el maratón en cerca de seis horas, sí pero no. Y sudando por la peluca y el albornoz grueso y el peso del colchoncillo. Entretenido haciendo la goma con los grupos femeninos de trote discontinuo (al terminar charlaría con ellas). Siendo doblado por bastantes del diez mil e invitado a subir a la acera por la organización. Como el tren de San Fernando, un rato a pie y un rato andando.
¿Hay liquidación de gerundios o qué?
Pensaba regalarme con un tramo final corriendo pero la rodilla comenzó a enviar señales en los descensos, con lo que me conformé con la última curva y entrada en meta. Cinco kilómetros en cuarenta y un agridulces minutos y ciento treinta metros de carrera, los primeros en tres meses. Menos da una piedra, que es nada salvo la que golpeó Moisés y proveyó agua. Aquí, además, nos ofrecieron chocolate.
Ciento treinta metros son más que los que hace Bolt.
Perdón por el perro
Mientras, todas las canciones hablan de mí.
Crujidos, de Nacho Vegas
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Última edición por DoctorSlump o Mar, 21 Abr 2020, 23:55; editado 3 veces