Ven, 16 Nov 2018, 21:45
Asunto: Re: El Diario Peregrino de Larpeiro
49. EL RODAJE QUE NO TOCABA Y LA SUMMERTIME SADNESS
Las circunstancias se alinearon para permitirme salir a correr por la tarde. Y a pesar de mis dudas (pereza) finalmente me lancé. La tarde ha sido una gozada: sin viento y con una temperatura primaveral.
El sol iba declinando más rápido de lo que quería así que apuré para que la noche no se me echase encima... pero cuando me estaba cambiando, ya en el gimnasio, me pregunta un conocido de por allí que si voy a correr. Pues sí. Pues voy contigo. Pues alarma, pensé, porque es mucho más rápido que yo.
Interceptado, y ya prescindiendo del fartlek que tenía en mente, empezó el entrenamiento a un ritmo muy suave, que mis pocas dotes para correr no las oculto.
Los primeros kilómetros fui bien, a un ritmo sobre 5 el km que es rodaje intensillo para mí y un trote para el compadre. Compadre que a pesar de sus dotes, por la poca continuidad entrenando empieza a pasarlo un poco mal. Ver para creer: la lentitud es la criptonita del velocista.
Así que voy tirando un poco pero sin mala uva, que luego hay que volver.
Y en el retorno y ya con la noche casi encima, el compañero ya ve luz y me dice que sube el ritmo para volver. A lo que le contesto que si puedo le sigo y si no, no.
Al estilo Chris Froome mete un hachazo de 300 metros en los que me coge un hueco considerable pero luego baja el ritmo. Y a ese hueco de diez segundos me dedico, a mantener la distancia.
A pesar de que estoy tentado a bajar el ritmo, logro por una vez sobreponerme a mi convincente y perezosa mente y llego a meta a escasos diez segundos.
No era lo que tocaba, pero fue entretenido y ya tocaba, después de los días sosos y escasos de fuerzas.
Y me parece que ha sido el canto del cisne de los rescoldos de las ascuas veraniegas. Cual poeta declamando su summertime sadness al sol que se oculta tras la montaña en un ocaso otoñal, como un moñas (el rapsoda, no yo
) he dedicado mis zancadas a los declinantes rayos de sol otoñales porque detrás de la montaña...detrás de la montaña está el crudo invierno.
Saludos a tod@s