Dom, 11 Nov 2018, 22:57
Asunto: Re: Diario de un "maratonista" friolero
II Trail das Bestas (Muras)
Esta crónica no llega tarde, sino a la deshora que marca el corazón…. que decía un poeta. Esta vez voy a probar a dividir el tocho en pequeños apartados. A ver que tal funciona
¿Por qué?
Quería estrenarme en un Trail a lo grande, con una distancia mayor a la que nunca había corrido y en un sitio espectacular. Muras cumplía todos los requisitos.
¿Cuándo?
El 4 de noviembre. Fecha que tiene su intríngulis porque las probabilidades de lluvia son elevadas y en la parte alta de la sierra puede hacer frío.
Preparación
Cortita. Poco después de la media maratón de Ribadeo decidí que quería hacer este Trail. Empecé a dedicar un entreno a la semana a meter cuestas por un poco de monte. Pero nunca pasé de los 18 km y un máximo de 400 metros de desnivel positivo
Números para meter miedo
Cuando decidí apuntarme eran 24,5 km, un par de semanas después la organización ya decía que serían 26 y al final a mí y a otros participantes nos marcó el relojito un poco más de 27. El desnivel positivo era de unos 1200 metros.
Material específico
Cinturón con bidón para llevar un poquito de agua y usarlo en los avituallamientos. Me vino muy bien durante el último tercio de la carrera esa agua.
Zapas para Trail con Goretex de propina. Aprendí que el Goretex no lo puede todo
La previa
Cafelito en el único bar de las cercanías, charla con el señor Eumealto y saludo a baralloco. Por una vez llegué a una carrera con muuuucho tiempo de margen.
La salida
Salgo atrás trotando suave por las cuestas asfaltadas del pueblo. Todo el mundo corre. A los 600 metros cuando veo que dos personas se ponen a andar siento que ya tengo permiso para hacer lo mismo. Este detalle marcó parte del resto de la carrera pues entré en el tapón de los últimos.
El tapón
Todavía en el primer km nos metemos en una corredoira muy bonita pero estrecha. Imposible adelantar. Me doy cuenta de que voy detrás de gente del Trail corto e incluso algún infiltrado de la andaina. Una vez que el “camino” de mi distancia se separó del resto me vi penúltimo.
En el tapón
La señora fantasma
Todavía íbamos juntos los de todas las distancias. Yo había escuchado que en cierto punto los de la distancia media íbamos a la derecha. Varios corredores giran a la derecha y yo los sigo sin pensar ni mirar nada. Bajamos…. Cruzamos un regato donde por primera vez mojo los pies… empezamos a subir… y los de cabeza dicen que no debe ser por ahí. Que no había señal roja (la nuestra) en el cruce…. Pero que una señora que estaba en el cruce les dijo que era por ahí. Media vuelta, por supuesto en el cruce no había ninguna señora (me fijé). Pequeño rodeo, no van ni dos kms y ya vamos descolgados.
El goretex no lo puede todo
Durante la carrera llovió un poco al principio, por el resto tuvimos suerte. Yo soy tan novato en los trails que intento no meterme en los charcos para no mojar los pies… voy por los bordes haciendo equilibrios. Claro que cuando llegan los riachuelos no queda otra que mojarse y como el nivel del agua supera la altura de tus tobillos… pues nada. Quizás esto sea evidente para cualquiera; pero yo iba muy convencido de que no me mojaría los pies
La cuerda del Eume
Uno de los momentos más chulos y épicos fue cruzar el río Eume usando de apoyo una cuerda atada entre dos árboles de riberas opuestas. Ahí me mojé los pies a base de bien, pero mereció la pena
¿Correr o no correr?
Como dije más arriba tras el km 2 iba penúltimo, pero cerca de un grupo de 4-5 corredores. Reduje distancias y durante las bajadas tochas y cuestas del copón me mantuve con el grupo. Pero luego vinieron unas cuestas corribles, pero claro… estaríamos en el km 3-4. Casi escuchaba en mi cabeza las voces de Victor y Nando diciendo muuuuy serios eso de “anda, no corras”. Al principio anduve, pero el grupo empezó a deshacerse pues alguna gente corría. Puse un trote tranquilo y poco a poco alcancé a varios corredores hasta que formamos un grupo de 4
El cocón y la naturaleza
Mi naturaleza antisocial se impuso (en alguna ocasión me han adjudicado el título de cocón) y preferí seguir solo aprovechando que estaban andando en una cuesta suave.
Esos fueron los mejores kms de la carrera. De repente me encontré solo, no veía a los de atrás ni a los de delante. Iba trotando por unos paisajes preciosos y desconocidos buscando siempre la siguiente señal de la carrera para orientarme. Mi pequeña aventura
Probablemente más de mitad de la carrera la hice solo
Muras
Todo majestuoso: los montes, las cimas peladas, las fragas, los ríos, las corredoiras, hasta las casas tienen encanto. Me ha gustado tanto el sitio que no solamente quiero volver el año que viene al Trail sino cuando vuelva el buen tiempo (y los días largos) hacer alguna ruta de senderismo por las zonas más altas del Xistral.
Las cuestas infernales
Andando las hice y flipando con que alguna gente sea capaz de correr por ellas.
Haciendo un Rajoy
Las agujetas
El miércoles todavía tenía y, ciertamente, son distintas a las del asfalto. Centradas en la parte superior de los cuádriceps (o el músculo que esté por ahí… yo soy de números, oiga)
El reto de las bajadas
Tengo vértigo. Mucho. Durante los últimos años va a más. El hacer un Trail también era un reto para intentar enfrentarme a esto. Es un vértigo hasta el punto de que en la cuesta más bestial…. bueno, jamás me hubiera metido por ahí de no estar en carrera. Y no es que bajara lento, es que casi iba parado y apoyándome de árbol en árbol. Un corredor que en la subida anterior iba jadeando detrás de mí me adelantó en esta bajada y lo perdí de vista durante varios kms. Si lo pillé al final es porque él ya andaba siempre y yo aún trotaba un poquito.
En el resto de bajadas también fui con mucho cuidado
Volando voy
En el km 9 alcanzamos el punto más alto. En ese momento se oían los molinos eólicos entre la niebla, pero casi no los veías. 800 y pico metros de altura y sensación térmica de bajo cero. De guinda bastante viento. La bajada no era técnica pero si con algo de barro y piedras. El viento lateral trasero era tan fuerte que en un momento perdí el control y empujado por el mismo me vi obligado a correr más rápido de lo que quería pues no podía parar…. No, no me hostié,, gracias por preguntar.
Los avituallamientos
Parada larga en los dos para beber, comer un poquito y charlar algo con los voluntarios. Uno intentó venderme la moto de que había subido en bici la cuesta tocha del km 15 pero yo solamente lo creeré si lo veo….
El superhombre
Mientras comía unas gominolas en el segundo avituallamiento y charlaba con otros corredores pasó por allí el que iba de líder en la carrera de 43 km. Tan rápido que casi derrapa en la curva. En camiseta de tiras y con manguitos. Flipante… lo animamos y yo seguí a lo mío, esto es, marcar de cerca el plato de gominolas….
Rateando un par de puestos
Cuando ya quedaba poco… bueno, según mi garmin ya había hecho 26 km… me topé con dos corredores. Uno me había adelantado en una bajada corrible y al otro no lo había visto en toda la carrera. Iban andado y yo trotando. Reconozco que el “espíritu de los trails” todavía no es uno conmigo. Pues lo primero que pensé es en que podía ganar dos puestos.
Los alcanzo y uno de ellos me pregunta que tal todo. Alaaaa!! Yo que vengo en plan competitivo y se me pone en plan majo. ¡Así no se puede!
La cuestión es que ellos se ponen a trotar y vamos juntos. Poco después me ubico mentalmente y ya sé que la meta está a menos de un km. ¿Qué hacer? Esprintar en la línea de meta me parecía cutre tras una carrera tan larga. Además, que debíamos de ser de los últimos. En fin, decidí seguir a mi ritmo, sin hacer cambios y si venían conmigo no disputar puesto. Pero se acabaron quedando atrás y entré solo a meta.
Hay que ver lo que hacen algunos para dejarme mal
Yo, puesto 62 de 67, queriendo pasar gente al final y los 4 primeros entraron JUNTOS y sin disputar porque uno tuvo algún problema…. Estos creo que sí que han comulgado ya con el esquivo espíritu del Trail jajaja
La llegada
Normalmente cuando cruzo la meta paro el reloj y ya. La mayoría de las carreras las disfruto, pero no son ningún subidón. Sin embargo, aquí no pude evitar lanzar el puño al aire. Había conseguido superar todo un reto. Sin duda alguna la prueba física más exigente a la que he sometido nunca a mi cuerpo.
El tiempo
4 horitas y 4 minutos
Conclusiones “deportivas”
Los entrenamientos me dieron para acabar y ya. De todos modos, en la primera mitad todavía podría haber trotado un poco más vistas las fuerzas que tenía al final. Pero, por supuesto me alegro de haber ido en modo precavido. Mi vértigo en las bajadas es un hándicap muy fuerte y da igual mi estado de forma pues siempre perderé tiempo bajando en los trails.
Conclusiones personales
No disfrutaba tanto de una carrera desde mi primera vez en Ribadeo. Durante parte de la carrera iba con sonrisa bobalicona perdido por el monte.
Conteo de eucalitros
27 km y yo creo que solamente en 2 o 3 fuimos entre eucaliptos, así sí joder. Así sí.
Última edición por beuckelssen o Lun, 12 Nov 2018, 22:32; editado 5 veces