Lun, 09 Xul 2018, 16:00
Asunto: Re: El Diario Peregrino de Larpeiro
33. CAMBADOS
Claro que sí Meiga, gracias por pasarte.
Empezó el día bien, a pesar de un sueño algo escaso, todo preparativo hecho en casa salió como estaba previsto lo cual, por ser algo inusual, hacía presagiar un día bueno. Ya de camino me paró la Guardia Civil... pensaba que podía caer una multa pero no...querían que soplase, cosa de la que, tras comentar que iba a una carrera, fui exonerado tras una sonrisa cómplice del agente...¿A Cambados, no? Mira como sabía el señor.
Llegué y aparqué sin problemas, recogí el dorsal sin colas. Preparé todo y aún me sobraba tiempo para calentar unos diez minutos. Todo iba demasiado bien. Empecé a temer una conspiración del karma conforme me iba a la salida.
La carrera empieza puntual y me pasan por todos lados. No creí ir tan lento pero es lo que pasó: el SPSC Síndrome del Pollo Sin Cabeza en todo su espledor. En el primer recodo del camino constaté que aunque no iba último como temía, tenía una modesta cantidad de corredores detrás.
Sin presiones, seguí a un ritmo sostenible y tras un par de km adelanté a un archirival platónico. Demasiado pronto, me dije. Aunque quizás vaya mal, me contesté. Seguí a mi bola, adelantando lo que se dejaba. Al terminar la primera vuelta me seguía encontrando bien, fresco, con ganas de kms. Sorprendente. ¿Iría a paso de huevo? No había mirado el tiempo al pasar el arco y no iba a mirar el gps: si voy lento, me hundo, si voy más rápido de lo normal, aparece cansancio.
Sigo adelantando alguno que otr@ y hacia el km 5 empiezo a notarme cansado. Termino la segunda vuelta y otro archi platónico a tiro. La última vuelta comienza y sé que lo voy a pasar mal... pero sigo a ritmo, intentando no pasarme de revoluciones. Adelanto al archi. Sigo, y a falta de menos de 2km, la liebre que iba por delante y estaba usando de referencia...me veo obligado a adelantarla porque es eso o bajar el ritmo.
Llega el último km y ya voy muy cascado, aguantando la tentación de bajar mucho el ritmo. Paso , adelanto y la meta no llega. A falta de 500 metros hago "plof" y troto cochineramente unos diez segundos. Me adelantan los que acababa de adelantar, el cazador es cazado...entonces subo el ritmo otra vez. Vuelvo a recuperar terreno y al poco tengo que bajar el ritmo de nuevo... pero esta vez solo un instante, vuelvo a arrancar y esta vez lo doy todo y adelanto hasta a los que no pretendía. Sorry.
Al final, un tiempo más que decente para mis prestaciones, acercandome a un minuto a mi mejor marca. Ultimamente iba sobre tres minutos por encima, así que muy contento
Todo salió a pedir de Milhouse, excepto el agua hirviente de las duchas que parecía venir directamente de la Montaña del Destino en Mordor.
Saludos a tod@s