Lun, 27 Mar 2017, 23:20
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Parte de confirmación número 4. (27 de marzo)
Qué lejos queda hoy aquel fin de semana tan divertido en León, y eso que fue ayer. Como Moncho, pobre, nos puso mala cara y torció el gesto, marchamos Isaías y yo de Hernández y Fernández, a descubrir los pinchos del Barrio Húmedo y los bares con charanga incluida. Días de vino y risas. Queda pendiente volver y sacarme la espina de la media no corrida, que aun sin público tenía ambiente, buena pinta, meta en pista atlética y camiseta de discreto amarillo chillón.
Pero llegó el lunes y la cita con el osteópata y la esperanza (remota por las sensaciones) de empezar a trotar.
¿Qué tal estás? Descontento. ¿Y eso? No, nada, la crisis económica, si te parece. A ver que quitamos la venda... ¿Te duele esto? Sí. ¿Y esto? Sí. ¿Y este movimiento? También. ¿Y aquí? Sí. Pues me temo que será mejor hacer una placa.
Plof. Plof. Plof.
Usando el seguro fui a la clínica en Vigo por urgencias, en la salita terminé el octavo libro de marzo (eso salgo ganando: leo mucho más estando inactivo, y ninguno era de Eduardo Mendoza), y por fin fui disparado con Rayos X y llamado al despacho del galeno de turno. Y otra vez, no es la primera ni será la última, me vi en medio de la Guerra de los Médicos y los Fisioterapeutas.
Que cómo le voy ahora, que quién me dijo qué, que qué quiere que haga a estas alturas, que qué pretendo encontrar en la radiografía. Que de haber habido fisura ya no se distinguiría, que allí no había nada y que lo que procedía era una eco o un TAC, previa petición de consulta a un traumatólogo y derivación posterior al centro especializado y obtención de resultados y nuevas asistencias, o sea, el mes que faltaría perdido y sin garantías. Que las pomadas antiinflamatorias no sirven para nada, que compre una tobillera pero no para dormir, y algunas sentencias más que ya no recuerdo. Todo ello sin acercarse al pie.
De modo que después de veinte días, machiño machiño, estoy sin curar, sin diagnóstico, sin tratamiento, sin saber a quién acudir, sin plazos, sin vendaje, sin plan, sin ganas.
Renqueante y enfadado con el mundo, soy el Cojo Manteca del siglo XXI. Slow and furious.
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones